La cadena británica no se da por vencido y busca la forma para volver a tener una presencia significativa en el mercado español. Una de las opciones que baraja la empresa británica es la recompra de los nueve centros comerciales que vendió en 2001 a El Corte Inglés.
Según los diarios The Sunday Telegraph y The Sunday Times, los directivos de M&S ya habrían sondeado a El Corte Inglés para conocer su disposición a desprenderse de esos establecimientos, ubicados en Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao y Valencia. El estudio de esta operación forma parte del deseo de M&S de reforzar su posición en Europa continental, muy debilitada desde que el grupo se desprendió de sus tiendas en España y en otros países como Alemania, Francia y Portugal.
Durante los dos últimos años, la firma británica ya ha dado algunos tímidos pasos en España. Al final de 2009, M&S abrió una tienda franquiciada en Marbella, que se sumó a las cuatro que mantiene en Canarias. Además, la empresa ya vende sus productos en España a través de Internet. La posible compra de los centros que ahora ocupa El Corte Inglés sería un salto enorme en ese regreso a España. Pero esta opción resultaría muy costosa para el grupo, que recibió 150 millones de euros por sus tiendas cuando las traspasó en 2001.
El coste actual de esas propiedades sería más del doble de esa cifra, como consecuencia del aumento de los precios inmobiliarios (pese a la actual crisis, todavía están muy por encima que los de hace diez años), y por la prima que exigiría El Corte Inglés por ceder esos activos a un competidor directo. De hecho, el principal obstáculo podría ser el escaso interés del grupo español por vender unos centros integrados dentro de su cadena.
Otra alternativa para M&S, más barata pero menos agresiva, es comprar o alquilar espacios en nuevos desarrollos comerciales en España. En el ejercicio cerrado en febrero de 2010, El Corte Inglés facturó 16.356 millones de euros y ganó 369 millones.
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