La disputa entre Coca-Cola y las autoridades europeas de competencia toca su fin.
La multinacional de bebidas y la Comisión Europea han alcanzado un principio de acuerdo que permite zanjar cinco años de investigaciones por prácticas contrarias al libre mercado.
La compañía renunciará a las cláusulas de exclusividad y los descuentos draconianos contenidos en los contratos con los distribuidores. A cambio, evita un veredicto contrario al estilo Microsoft, que hubiese incluido una sanción. El acuerdo se publicará próximamente en el Boletín Oficial de la Unión Europea.
Cinco Días Julio 2004