La enseña, que en el país opera a través de una empresa conjunta entre Panrico y Allied Domecq, grupo propietario de la marca, ha diseñado tres opciones de negocio para la marca.
La primera pasa por encontrar a un "socio de excelencia" que emprenda la expansión de la marca y al que se le cedería todo el desarrollo, "incluso en otros mercados, como Francia y Portugal". Otra posibilidad es la de encontrar un socio regional e incluso, como tercer recurso, un franquiciado que cuente con respaldo económico suficiente como para comprometerse a realizar la apertura de varios centros, "buscamos socios que se plateen abrir entre cinco y diez tiendas". En cualquier caso, lo que este plan deja claro es que "no queremos subfranquiciados", subraya el director general de la cadena Marc Nunn.
El responsable de la cadena apunta que el potencial de aperturas de la firma en el mercado español es de 500 establecimientos, si bien el ritmo de estas aperturas dependerá de cuál sea el acuerdo final con los socios.
Parte del futuro de la cadena pasa también por la remodelación de los centros que se iniciará en septiembre, aunque ha habido otros cambios más profundos como la reducción de la inversión necesaria para convertirse en franquiciado. Hace cuatro años este gasto era de entre 120.000 y 150.000 euros y ahora se ha fijado en un máximo de 100.000 euros.
La Gaceta de los Negocios Julio 2004