Durante este año la compañía ya había cerrado 102 de sus 146 tiendas Kids R Us y sus 36 sucursales de la enseña Imaginarium dentro de un proceso de reestructuración y recorte de costes.
La multinacional Toys R Us, que estudia la posibilidad de abandonar el negocio de los juguetes, cerró el primer semestre del año con unos beneficios de 33 millones de dólares, frente a los 37 millones de pérdidas del año pasado. No obstante, el margen operativo de la empresa -que mide los beneficios obtenidos en su negocio tradicional- sufrió un fuerte deterioro hasta registrar unas pérdidas de 263 millones de dólares. Ello se debió a la caída de las ventas, que alcanzaron entre enero y junio los 2.022 millones de dólares, frente a los 2.100 del año pasado. Las ventas cayeron tanto en las tiendas de Estados Unidos, un 6,6%, como a nivel internacional, en este caso en un 0,6%.
La empresa ha presentado los resultados unos días después de anunciar que está estudiando la posibilidad de vender su división de juguetes, de manera que se centraría en la línea de negocio de las tiendas Babies R Us, especializadas en artículos para bebés. La empresa tiene 1.262 tiendas de juguetes en todo el mundo, 683 de ellas en EE UU, y opera cerca de 200 tiendas de Babies R Us también en territorio estadounidense.
Toys R Us, el segundo mayor vendedor de juguetes en EE UU, ha debido enfrentar en los últimos años la fuerte competencia de cadenas generalistas como Wal-Mart y Target, especialmente en la temporada de Navidad.
De ahí que a juicio de algunos expertos, el negocio para bebés sean el más rentable y con más futuro para la compañía. En el primer semestre, las ventas de las tiendas Babies R Us se incrementaron en un 1,8%, hasta 454 millones de dólares.
Cinco Días