Este verano abrieron un nuevo local en Madrid, con un aire más vintage, una nueva carta y una nueva imagen de cabecera. Urban Diner es una franquicia de baja inversión y de alta rentabilidad demostrable: la inversión parte de 120.000 euros, con el canon de entrada incluido, lo que le convierte en uno de los más interesantes en el sector de la restauración.
Urban Diner es una de las cadenas emergentes nítidamente enfocadas al franquiciado. La enseña propone un modelo de negocio rentable, con atención continua desde la central, y partiendo desde una inversión razonable. Es el secreto del éxito de esta enseña, que lejos de modas pretende un negocio a largo plazo, consiguiendo altas facturaciones a través de la experiencia del cliente. Las ubicaciones en lugares concurridos, la superficie muy estudiada y la atención del equipo arropan la experiencia gastronómica cuya fórmula es sencilla: comida americana de calidad a precios razonables. Inspirada en el legendario Johnny Rocket’s, sus fundadores llevan más de 30 años en el sector de la franquicia y la restauración .
Como cabeza visible del proyecto se encuentra F. Javier Pelayo, un “peso pesado” dentro del mundo de la franquicia y cuyo nombre está relacionado con marcas punteras como Tintorerías Pressto o Marco Aldany, por citar algo del vasto currículo del empresario.
Una experiencia integral
Los locales de Urban Diner se han diseñado para que los clientes sean los protagonistas y se entretengan mientras dura su visita, desde el primer momento. Buena música, mobiliario original importado de USA, imágenes retro, una estética muy vintage para que se sientan transportados a los auténticos diner americanos. “Queremos que los clientes sean nuestros amigos, que vengan a vernos regularmente, que tomen nuestros locales como punto de encuentro y que Urban Diner sea sinónimo de buen ambiente y diversión”, afirman los responsables de la cadena.