Eduard Pérez Palau, jefe de zona de Midas en Cataluña; ahora, franquiciado.
Poco se podía imaginar Eduard Pérez (39) que la misma enseña en la que trabajaba sería su trampolín empresarial. Este emprendedor de origen catalán quiso probar suerte, montar un negocio propio, y eligió una enseña en concreto: Midas. ¿Casualidad? En absoluto, Eduard llevaba 5 años como Jefe de Zona de la cadena y toda una vida dedicada a los coches; era el escalón que le faltaba.
Llegó desde el sector del automóvil, le seducía la idea de convertirse en su propio jefe y contaba con 10 años de experiencia en una enseña del ámbito con una gran expansión, Midas. Eduard Pérez no es un franquiciado habitual, es un profesional que tuvo la suerte de ir viendo progresivamente y desde dentro como funcionaba un negocio, a medida que crecían sus ansías de hacer 'algo más'. "No fue algo que surgiera de la noche a la mañana. Al ser jefe de zona de Franquicias y Centros Propios de Midas en Cataluña, sabía que éste era un negocio interesante y con futuro. "Después me decidí a ser empresario y confié en esta enseña porque era consciente de las garantías que me ofrecía", explica Pérez.
Con experiencia
Pérez había pasado toda su trayectoria profesional ligado al mundo del automóvil así que, no dudó cuando se decidió a embarcarse en un proyecto propio; la mejor forma era entrar de la mano de este sector. No fue muy complicado. "Ya hacía bastante tiempo que barajaba la idea de convertirme en franquiciado de Midas. Surgió la oportunidad este verano y acabé de decidirme y hacerlo realidad", apunta Eduard Pérez. Se sentía cómodo y conocía bien sus entresijos para aventurarse a probar.
Lo mejor y lo peor
Le avalaban 10 años de trayectoria profesional en esta cadena, los cinco últimos responsabilizándose como jefe de zona en Cataluña, así que había aspectos que ya tenía controlados como la formación y otros para los que precisó más ayuda. "Además de la obtención de permisos y los procedimientos burocráticos considero que lo más difícil es la selección de personal para poder contar con un equipo técnico y adecuado. La formación la imparte la central y es obligatoria para todo empleado de la cadena", subraya Pérez.
El local era otro de los escollos a salvar, en este caso fue mucho más fácil: "en mi caso fue sencillo, adquirí un centro propio, convirtiéndolo en franquicia". matiza.
Estar ya dentro del negocio le permitió ver muchas cosas y profundizar en otras. "De todas formas, en Midas la experiencia la aporta la central y no es necesario venir del sector dado que el apoyo, la formación y la supervisión son una constante", apunta Eduard Pérez.
Para ver materializado todo este proyecto, Pérez invirtió 230.000 euros y no en un uno, sino en dos centros Midas. Entre sus expectativas está la de conseguir un crecimiento lineal, tanto en ventas como en clientes, del 20%. Ahora, es capaz de mirar atrás y valorar lo que tiene entre manos: "Estoy en una enseña de peso, con presencia en toda España y en zonas de Europa, donde me ofrecen formación para poder gestionar mi negocio, gran volumen de clientes y facilidad para operar con los mejores precios del mercado. Aquí quiero seguir".