Raquel Viera inició su relación con la franquicia Enrique Tomás en 2010 y desde entonces ya ha abierto cuatro tiendas de la marca. La confianza que tiene esta emprendedora en la cadena es indudable. ¿Sus planes? Seguir creciendo de manos de Enrique Tomás. ¿Qué mejor ejemplo de que la franquicia funciona?
Ni una, ni dos, ni tres. Raquel Viera tiene un total de cuatro franquicias de la marca Enrique Tomás. La última la ha abierto este mismo mes de julio. Con solo 34 años, Raquel ya es propietaria de cuatro establecimientos de esta cadena de charcuterías y barra de degustación. Su experiencia como franquiciada empezó en 2010, cuando abrió su primera tienda Enrique Tomás. Antes, Raquel trabajaba como carnicera y charcutera. “Escogí este sector porque es lo que había hecho siempre. Siempre he estado cara al público y además considero que cortar jamón es todo un arte, es lo que domino y donde realmente me siento realizada e identificada. Desde un principio, me gustó mucho la manera de trabajar de la franquicia Enrique Tomás, su planificación de futuro y además ya tenían una marca reconocida, cosa que yo no tenía, y eso es muy importante”, explica la franquiciada. “Pero realmente me decidí abrir mi franquicia cuando conocí a todo el equipo que hay detrás de la marca y hace que cada día todo sea un poco más fácil”, añade.
Una relación cercana y cálidad
Con cuatro tiendas ya en marcha, Raquel sigue destacando el trato con el franquiciador, que es muy cercano. “Te ofrecen toda la ayuda posible, forman tanto al franquiciado como al equipo, te guían y aconsejan en todo momento. La verdad es que ha sido y es muy acogedor”, detalla Raquel.
Raquel está al frente de cuatro tiendas en Gavà, por lo que es de imaginar que su día a día debe ser intenso. “El día a día en mi negocio es impredecible, ya que siempre pasan cosas nuevas. Cara al público ya se sabe... Yo hago de todo, tienes que estar dispuesto a limpiar, cobrar, delegar… Tienes que dar ejemplo para que los demás te sigan. Es mi casa y por ello hago de todo, pero sobre todo me encargo de formar al equipo para que todo fluya mejor”, explica la franquiciada. ¿La dedicación? “Pues que te voy a decir... Toda la que es productiva (muchas horas) pero no tantas como para no pensar bien (porque estás excesivamente cansado). Lo que está claro es que en un negocio tienes que estar porque si no las cosas no funcionan”, destaca.
Cómo son sus franquicias
Raquel tiene sus locales tanto en centro comercial como a pie de calle. Cada una de sus tiendas tiene unos 65 metros cuadrados aproximadamente y el personal que se necesita en cada caso es diferente, “según horarios y fluidez de gente”, detalla.
En cuanto a la situación de su sector, Raquel lo tiene claro: “Hay crisis y es para todos, sea mi sector u otro, pero estoy tranquila porque la marca está en su mejor momento y estamos trabajando muchísimo para que todo vaya bien. Mi plan de futuro es abrir más tiendas Enrique Tomás. Creo que con esto dejo claro mi confianza en la marca”, concluye Raquel.