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La importancia del visual merchandising

¡Atrae al cliente a tu franquicia!

Salvador Bascompte, Director de FDS Consulting | 22/10/2014 | 7:17

¡Atrae al cliente a tu franquicia!

¿Quieres sacarle un mayor partido a tu establecimiento? ¿Quieres captar el interés de las personas que pasan por delante de tu local? ¿Quieres conseguir una mayor entrada de clientes en la tienda? ¿Quieres incrementar las ventas?  Pues empieza a pensar de qué forma puedes mejorar la experiencia de compra de tus clientes.

Distribuir adecuadamente el espacio de un establecimiento y exponer los productos es un arte y una técnica imprescindible para incitar la curiosidad e incrementar las ventas.

Cuando pasamos por delante de una tienda y hay algo que nos llama la atención….la decoración, los productos, el olor, su forma de exponer y colocar los productos o simplemente la propia tienda... Todas estas técnicas se conocen como técnicas de visual merchandising y cada vez más empresas y comercios las utilizan para diferenciarse de la competencia, crear posicionamiento de marca y conseguir que la experiencia de compra de sus clientes sean más enriquecedoras.

Inversión a corto plazo
El Visual Merchandising se puede considerar una inversión a corto plazo, utilizar la colocación adecuada de los productos influye de una forma considerable en la velocidad en la que se puede vender un producto.

Las empresas han comprobado los resultados de las estrategias de venta visuales y recurren a ellas de manera puntual para determinadas campañas, o bien forman a sus propios empleados para que las puedan aplicar ellos mismos.

Otras empresas crean sus propios departamentos de visual para integrar sus campañas en la filosofía de la empresa, y otras lo encargan a profesionales para tener un producto final más competitivo y con unas mayores garantías de éxito o de encaje entre los clientes.

Una experiencia
El objetivo es que una simple compra sea convierta en toda una experiencia para el cliente, donde el objetivo tiene que ser hacer disfrutar y querer repetir y volver.

Suele ser habitual jugar con los sentidos: tacto, sabor, oído, olfato y vista, hay empresas que juegan con la luz y el marketing olfativo, otras utilizan la distribución para que el cliente circule por toda la tienda para poder llegar a la salida y obligarles a ver todos sus productos. Otras apuestan por establecimientos muy amplios donde los clientes puedan tocar y probar sus productos en un ambiente relajado. En cambio otros buscan volver a los orígenes donde se acompaña al cliente en todo el proceso de su compra.

Ser diferentes
La tienda tiene que ser singular para diferenciarse de la competencia y aportar un valor añadido. Algunas estrategias que se pueden seguir para conseguir esta diferenciación son:

  1. Decoración basada en los sentidos visual, olfato y oído.
  2. La decoración como posicionamiento de marca: austera, recargada o extravagante.
  3. El escaparate como identidad corporativa.
  4. El perfil de los empleados y su uniformidad.

Renovación constante
Las técnicas visuales permiten comunicar los mensajes de cada colección, los valores de marca y crea la atmósfera adecuada en cada punto de venta para que los clientes se sientan identificados. Para las empresas, la clave radica en la renovación constante de los escaparates, que tiene como objetivo captar la atención del cliente y que éste pueda ver las novedades. Se pueden utilizar elementos decorativos que ensalzan sus productos o integran la comunicación con pantallas u otros sistemas gráficos.

Los escaparates son la herramienta que tienen las empresas y comercios para mostrarse a sus clientes, no hay que desaprovechar la ocasión para entrar en sus mentes.

El Escaparate
Los escaparates deben servir para dos propósitos básicos: identificar la tienda y los productos que allí se venden e inducir al cliente a entrar.

Son muchos los elementos que hay que barajar para hacer del escaparate una buena herramienta publicitaria. Esto es una evidencia, y es que no hay duda posible de que el aspecto exterior del comercio y el escaparate forman parte de un proceso comunicativo donde espacios, productos y materiales constituyen un escenario.

Su función es estimular el hemisferio derecho, que es el que compra por impulso. Es esto lo que se busca. La evocación, los volúmenes y los colores son los grandes aliados para activar la zona más emocional del cerebro y con esto, es con lo que las empresas y los comercios consiguen atraer a sus clientes.

Básico: Conocer al cliente
No se trata de aplicar modelos ya establecidos, sino de conocer qué es lo qué vendemos y a qué público queremos llegar. Para elaborar un buen escaparate hay que tener muy claro, previamente, qué mercado es el nuestro y cuáles son nuestros clientes potenciales. Hay que tener muy bien definido nuestro ámbito de actuación. Sólo hay que tener en cuenta que estamos hablando de una herramienta de comunicación y, como tal, no podemos actuar sin un plan estratégico que nos ayude a definir nuestros pasos. Hacerlo de una forma distinta a ésta significaría perder la fuerza comunicativa propia del escaparate, dejar que ésta se diluya y que no cumpla su función inicial.

Usa la luz
A la hora de montar un escaparate hay elementos que son imprescindibles y que nos ayudan a darle forma a lo que queremos transmitir. El secreto está en saber utilizarlos. Hablamos de aspectos tan obvios y a la par tan trascendentales como la iluminación del escaparate, los colores que se utilizan, la disposición de los artículos, la información que se refleja en ellos. Todo esto, bien combinado, es lo que garantiza que ‘se nos vea’ y que los clientes se detengan delante; y si además entran, el éxito es patente. Un escaparate es la suma de diversos factores: luz, color, profundidad, enfoque, proporción.

La capacidad de convencer
Al mirar un escaparate con una gran cantidad de productos y de grandes dimensiones, el tiempo que le dedicará el consumidor en una primera barrida visual no excederá más de 8 segundos. De hecho, si el cliente encuentra  algo atractivo, ese tiempo aumentará en 12 segundos como máximo, durante los cuales examinará visualmente el producto desde el exterior. A partir de este momento, solo hay dos opciones: entrar o posponer su decisión de compra.

Sorprende y vuelve a sorprender
Ya no hay quien se conforme con alternar artículos de una manera original, sino que también se busca enseñarlos de una forma atractiva, porque lo importante no es solo el artículo en sí. Opciones hay muchas y cada vez son más los establecimientos que optan por romper con lo impuesto. Un ejemplo son las cadenas de moda, que obligadas a estar al día y adelantarse a lo que el público demande, son de las más atrevidas. Aunque la moda también ha llegado a sectores no tan dinámicos como el menaje del hogar, decoración y textil. 

Cómo hacer un escaparate atractivo
Con todo lo anterior, está claro que los elementos que influyen o que participan para que un escaparate sea atractivo son muy variados. Apuntar directamente a uno u otro es bastante arriesgado. Probablemente, cada potencial cliente tendrá también sus preferencias. Algo que resulte atractivo a los ojos de un cliente más joven, puede pasar inadvertido para un segmento de mercado más maduro. De ahí, la importancia de conocer muy bien nuestro público.

 

Si quieres mejorar las ventas de su negocio, puedes contactar con el equipo de FDS en el 902 40 11 22 o en fds@fdsconsulting.net.