El acceso a la financiación y las trabas burocráticas, los mayores problemas de los emprendedores.
Aunque el panorama emprendedor español mejora día a día y cada vez son más las startups creadas en nuestro país, España continúa situándose por debajo de la media europea en cuanto a niveles de emprendimiento: el pasado 2015 registró una tasa de actividad emprendedora del 5’7%, por debajo de la media del 7’8% europea, según datos del último informe presentado por el GEM.
La plataforma fintech para empresas Spotcap nos detalla cómo es el emprendedor español y destaca cuáles son las dificultades a las que se enfrenta durante este 2016.
El perfil del emprendedor español
Hombre, de entre 35 y 44 años, con experiencia profesional previa. Así es el prototipo del emprendedor español. Sin embargo, en el sector tecnológico, donde la innovación cobra protagonismo, la edad baja hasta los 25 años y nos encontramos con los perfiles más jóvenes en cuanto a emprendimiento.
En cuanto al perfil de la mujer emprendedora en España ronda los 25-34 años, emprende por oportunidad de mercado y más del 50% tiene un nivel de estudios superior. La tasa de actividad emprendedora entre las mujeres se ha estancado durante el último año, se sitúa en un 4,5%, y continúa experimentando unos niveles inferiores frente a la tasa de actividad emprendedora entre las mujeres a nivel mundial del 11%, según datos del GEM.
Dónde innovar
El sector tecnológico se empieza a desmarcar con un crecimiento imparable durante los últimos años. El auge del ecommerce, el procesamiento de datos, el uso del big data o las nuevas formas de financiación están haciendo que muchos emprendedores se lancen a crear sus proyectos en el sector tecnológico. Marketing online, aplicaciones móviles, software para empresas o fintech son y serán algunas de actividades más demandadas y donde se centrarán los emprendedores en nuestro país.
¿Qué problemas se encuentran los emprendedores?
El acceso a la financiación es uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los emprendedores en nuestro país. Los familiares y amigos suelen ser los primeros recursos en los primeros meses de vida, además de su propia financiación. Sin embargo, el acceso a la financiación bancaria se convierte en el gran drama a la hora de mantener un proyecto y los sistemas tradicionales cada vez se convierten en un obstáculo mayor. La irrupción del fintech que ofrecen servicios adaptados a las diferentes etapas de emprendimiento y la mayor actividad de los inversores privados resuelven en parte este problema.
Otra de las mayores dificultades a las que se enfrenta el emprendedor en España es la complejidad burocrática. Ocupamos el puesto 33 en el ranking mundial que analiza las normas gubernamentales que regulan las empresas, elaborado por el Banco Mundial. Abrir una empresa en España requiere el doble de trámites y el doble de tiempo empleado que los países con altos ingresos de la OCDE. Tan solo el papeleo para la puesta en marcha de una compañía puede suponer unos 4.000 € de inversión, sin sumar costes como el local, o la contratación de personal. Agilizar los procesos burocráticos para la creación de una empresa en nuestro país es clave.
Por otro lado, el apoyo gubernamental en el impulso y desarrollo del emprendimiento es fundamental, así como la creación de un entorno fiscal muy atractivo que de ventajas a las empresas de nueva creación. Además, desarrollar un marco legal para los nuevos sectores disruptores que nacen de la mano de la tecnología, es vital, así como el apoyo por parte de las instituciones.