El sector de la distribución alimentaria, sobre todo en supermercados, se enfrenta a un proceso de reordenación producto de una fuerte competencia y de una expansión anterior mal planificada.
Las cadenas de distribución locales especializadas en una determinada zona geográfica y bien implantadas en su ámbito natural, se han convertido en el punto de mira de los grandes operadores del sector que tienen en venta parte de sus activos. Y es que frente a la política de un crecimiento acelerado realizado en parte con la adquisición de cadenas regionales que se impuso hace unos años, ahora grandes grupos como Carrefour, Dinosol y Caprabo buscan comprador en ese mismo ámbito.
Entre los tres suman un centenar de supermercados vendidos o en venta y sus principales competidores de carácter nacional aseguran que no están interesados en adquirir estos excedentes. La solución, salvo excepciones, viene por el cierre de centros o por la venta a cadenas regionales. Estas cuentan con un modelo logístico a escala que les permite absorber y rentabilizar unas tiendas que, en ocasiones, se ofrecen a muy buen precio. Además, evitan que llegue otro competidor.