A efectos de asegurar el cumplimiento de la normativa sobre los niveles de emisión, todas las maquinas de bronceado deberán pasar una revisión anual en el que se mida su irradiancia efectiva.
Solmanía, uno de los líderes en centros especializados en bronceado, ha puesto sus instalaciones al servicio de la Consejería de Economía e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid para que se realicen los distintos protocolos de actuación en materia de normativa, con las empresas autorizadas, para la medición de la radiación de las máquinas e inspeccionar el cumplimiento de la legislación en materia de centros de bronceado.
El Real Decreto 1002/2002, de 27 de septiembre, establece la obligatoriedad en todos los centros especializados en bronceado, de que se realice al menos una revisión técnica anual de la aparatología. Además, establece unas directrices generales para el funcionamiento de los centros y establece que son las comunidades autónomas las responsables de desarrollar una legislación detallada, así como los mecanismos de control que garanticen su cumplimiento. Se determinará, entre otras cosas, la irradiancia efectiva y la longitud de onda para comprobar si el aparato es conforme con las características establecidas en la presente disposición.
Es por esto que Solmanía ha querido ofrecer sus instalaciones para garantizar la seguridad de los usuarios de rayos UVA; “debe tenerse en cuenta que si estas lámparas no pasan los controles pertinentes, no se regulan de una manera adecuada o simplemente con el paso del tiempo, pueden empezar a emitir cantidades excesivas de radiación UVB. Incluso si sufren averías o su mantenimiento no es correcto, pueden también emitir radiaciones UVC, perjudiciales para la salud”, explica el director de expansión de la zona centro, Sergio Zariquiey.
El objetivo de este ofrecimiento por parte de Solmanía es mantener un alto nivel de seguridad, en un ámbito caracterizado por la incertidumbre científica. “Es posible que si combinamos un límite en la intensidad de la irradiación, una información clara de las consecuencias del empleo de esta técnica, una formación adecuada del personal responsable del manejo de los aparatos; y un control y seguimiento periódico por la Administración, la gente acuda a nosotros con mucha más tranquilidad”, afirma el director de expansión Zariquey.