Godiva, célebre marca belga fundada por la familia Draps en 1926, nació para dar al legendario ballotin un sentido completo.
El gran chocolatero estableció así su producción en Bruselas y abrió su primera boutique histórica en 1956 en la célebre Grand Place de Bruselas. Desde su apertura, esta enseña de la capital es la más importante y acoge cada día a los aficionados del chocolate que vienen del mundo entero.
Un gran proyecto de renovación de esta boutique única se ha puesto en marcha, con la voluntad de inscribir este espacio en el seno de un verdadero concepto de diseño de boutique en el cual se integran los valores tradicionales belgas interpretados de manera moderna.
La renovación del espacio Grand Place puede interpretarse igualmente como un retroceso a los comienzos. Para celebrar este acontecimiento, Godiva tiene el honor de lanzar una colección histórica en edición limitada, disponible solamente en Bruselas y en la tienda de Paris St. Honoré.
Esta colección exclusiva se ha creado por Pierre Draps, el primer maestro chocolatero con el que Godiva sigue manteniendo relaciones muy cercanas a lo largo de los años. Dos de los maestros actuales, Ilse Wilmots y Olivier Lots, han colaborado con Pierre Draps y han imaginado ocho deliciosos chocolates (cuatro bombones y cuatro trufas) para la ocasión.
Cada chocolate surge de las auténticas recetas tradicionales y lleva el nombre de un símbolo belga o de un lugar típico, lo que refuerza si cabe la herencia belga y los valores importantes para el chocolatero.