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¿Es seguro el negocio que me interesa?

10 indicios para identificar a un mal franquiciador


¿Estás en proceso de búsqueda de una franquicia? ¿Quieres saber si el negocio en el que va a entrar es seguro? Aquí tiene los 10 aspectos que le pueden poner sobre la pista ante un mal franquiciador.

Uno de los aspectos que te debería hacer dudar o, al menos, sospechar del futuro de la actividad, es observar una mala actuación del franquiciador. De la trasparencia de sus movimientos dependerá que deposites o no tu confianza en el negocio.

Aquí tienes los 10 aspectos que te pueden poner sobre la pista ante un mal franquiciador:

  1. No quiere identificar a sus franquiciados. Ni dar un listado con sus nombres y teléfonos. Con una negativa a esta petición, el futuro franquiciado no tiene más remedio que ponerse en guardia. Especialmente, si ésta es reiterativa. El franquiciador no será muy explicito, es decir, tratará de poner todo tipo de impedimentos para que el futuro franquiciado se acerque a su red y lo hará muy sutilmente. Las razones que alegará serán de muy diversa índole; desde que están muy ocupados hasta que resultará infructuoso.
  2. Se reúne fuera de la oficina. Este aspecto nos debe hacer sospechar desde el primer momento, pero, sobre todo, si se repite. Se puede permitir una reunión fuera del despacho del franquiciador, pero no que sea una norma. Es indicio, indudable, de que éste carece de una buena estructura y que, por lo tanto, nos tiene que hacer duda sobre si será de capaz de ofrecernos todos los servicios prometidos y necesarios para el desarrollo de nuestra actividad.
  3. Es poco exigente para seleccionar el local. Si en este aspecto, determinante para un negocio, el franquiciador no muestra demasiado interés o, simplemente, es poco exigente, hay que empezar a preocupare. El local es parte fundamental de un negocio y debe ser el franquiciador quién más exija su buena ubicación.
  4. Presionar para la firma. Es una táctica que, en según que actividades puede salir bien, pero que sólo puede generar desconfianza. Por lo general, el franquiciador apelará a las prisas para firmar, alegando que hay otros interesados en abrir un negocio en la misma zona. No hay que dejarse llevar por la precipitación del momento y saber esperar.
  5. No dar cuenta de resultados. Si a la hora de solicitar una cuenta de resultados de alguno de los negocios de la cadena que esté en activo nos responden con una negativa hay que empezar a preocuparse o al menos, a dudar, de las intenciones del franquiciador. Este aspecto es fundamental y son muy escasas las enseñas que no cuentan con una cuenta de resultados tipo de su actividad. De hecho, no disponer de ella es dar a entender que el negocio no es claro.
  6. Cuida poco la imagen de marca. Una señal de alarma inequívoca. La marca es el elemento clave de una actividad. Si el franquiciador no invierte en su promoción poco futuro podemos tener al frente de un negocio dentro de esa cadena, entre otros aspectos, porque nos está indicando que el franquiciador se preocupa de otros aspectos.
  7. No existe un centro piloto. La función de un establecimiento piloto no es otra que probar el negocio, si por cualquier motivo, somos conscientes de la inexistencia de éste podemos hacernos la siguiente cuestión '¿Cómo sabe que funciona?' o '¿Seré yo el centro piloto?' Cualquiera de las dos alternativas no es demasiado bueno. El desinterés del franquiciador queda patente ya que no ha probado durante el tiempo suficiente la evolución de su actividad.
  8. Estructura demasiado escasa. Hay franquiciadores que basan su negocio en el simple hecho de vender franquicias, sin dotar a la actividad de perspectivas de futuro. Hay que huir de ellos nada más percibirlos. Las evidencias saltan a la vista por carecer de una estructura fuerte o que ésta sea demasiado escasa para dar soporte a la red.
  9. Cánones elevados injustificables. Especialmente si éstos no se justifican con lo que aporta el franquiciador al nuevo asociado. Es más clamoroso cuando se da en franquicias que empiezan o marcas poco conocidas.
  10. Poca experiencia en el negocio. Si al interesarnos por el mercado en el que nos vamos a mover y hacer preguntas al franquiciador, éste es incapaz de dar respuestas efectivas, hay que tener claro que no se trata de un franquiciador muy profesional. Sobre todo, si es reacio a explicar quiénes son sus competidores y cómo funcionan. Probablemente no los conozca. Mal asunto.