La enseña de restauración italiana ofrece la posibilidad de centrar la actividad de los locales en el servicio de restaurante o en el de delivery.
Crapa Pelata, cadena de restaurantes italianos especializada en pizzas de alta calidad, presenta dos modelos de negocio, dependiendo de los intereses del franquiciado y de la ubicación y características del local, entre otros factores.
Una de las opciones cuenta con dos partes diferenciadas: servicio de restaurante y servicio de delivery, que comprende tanto la entrega a domicilio como la recogida en el propio local. Para este formato, el local debe tener una superficie entre los 130 y los 150 metros cuadrados.
En la segunda opción, el servicio de
delivery es el motor del local pero dispone también de un pequeño restaurante. Para este formato, la superficie del local es de 110 metros cuadrados aproximadamente.
En ambos casos, no es imprescindible disponer de salida de humos en el local, aunque sí recomendable.
Crapa Pelata cuenta con 12 establecimientos en España, todos ellos situados en la Comunidad Valenciana. La firma, que desarrolla su expansión bajo la fórmula de la franquicia, tiene prevista para los próximos meses la inauguración de tres locales más, dos en la ciudad de Valencia y uno en Palma de Mallorca.
La enseña, creada en el año 2000, supone una rentable oportunidad de negocio dentro del sector de la restauración. De cara al franquiciado, Crapa Pelata ofrece numerosas ventajas: alta rentabilidad y reducido período de recuperación del capital, elevado ratio de fidelización de los clientes y reducción de costes gracias a las economías de escala, entre otras.