Inmocasa se desarrolla mediante una red de puntos de venta difundida capilarmente.
Aunque las primeras agencias del grupo fueron propiedad de la marca, es en el sistema de franquicia donde la filosofía del grupo ha encontrado su mejor expresión, al vincular al afiliado, respetando su autonomía, a precisas normas éticas, deontológicas y operativas dirigidas a salvaguardar los intereses del cliente. Inmocasa concede, mediante el contrato de franquicia, la licencia de uso de la propia marca, el bagaje de técnicas y conocimientos necesarios (know-how) para el correcto desarrollo de la actividad de agente inmobiliario, la utilización de la red y los servicios relacionados con ella. El franquiciado, por su parte, debe seguir escrupulosamente las reglas y métodos de la sociedad franquiciadora a fin de no comprometer los principios de corrección, transparencia y fiabilidad, objeto primordial de Inmocasa.
El éxito que está obteniendo Inmocasa evidencia como la actual situación del mercado necesita agentes inmobiliarios siempre más informados y expertos dispuestos a dar respuestas rápidas y adecuadas a los problemas de los clientes. La razón de este éxito reside en la unión entre un grupo plenamente capacitado para ofrecer una completa serie de servicios con el prestigio de una gran marca, con la agilidad característica de las pequeñas empresas, aplicando el Know-how y la organización que sólo una gran.