I.- ¿Qué le llevó a franquiciar una tienda de Schmidt Cocinas?
L.R.- Nos encontrábamos en un momento con una gran preparación técnica, un potencial creativo importante y con mucha fuerza de voluntad, el mercado laboral no ofrecía unos trabajos capaces de satisfacer nuestras necesidades y nos decidimos por franquiciar. Con anterioridad, nosotros ya hacíamos proyectos de decoración y reforma a nivel particular, pero nos faltaba el respaldo y la garantía de una gran marca de reconocido prestigio como es SCHMIDT.
I.- ¿Conocía la marca?
L.R.- Pues sí, un amigo de la infancia, que es dueño de un concesionario SCHMIDT, me comentó que la marca estaba en un proceso de expansión y que era un buen momento para plantearse esta opción. Anteriormente ya le habíamos dicho nosotros que nos parecía interesante.
I.- ¿Qué fue lo que le sedujo de la marca?
L.R.- Principalmente, el hecho de trabajar con una multinacional y a la vez el tú a tú en los pedidos; una relación directa. Son muy exclusivos y ofrecen un producto único con una personalización en la fabricación. La seriedad de una marca franco alemana la hace muy interesante para el cliente español que asocia a estos países la belleza con la calidad en los acabados de los productos finales. Eso y el ser una empresa multinacional capaz de apostar por país donde las condiciones particulares de crisis económica podrían hacer pensar que no era el momento ni el lugar adecuado hace pensar que detrás de esta apuesta hay un equipo serio que sabe hacer bien las cosas.
I.- ¿Cómo dio sus primeros pasos con ella?
L.R.- Por el departamento de expansión. Nuestro amigo nos puso en contacto con el responsable de expansión de nuestra zona, CEDRIC, quien se reunió con nosotros en diversas ocasiones con un guión bien estructurado y consiguió terminar de convencernos.
I.- ¿Ayudó el hecho de tener experiencia en el sector?
L.R.- Es verdad que teníamos experiencia en cuanto a diseñar cocinas para mis proyectos. Ahora bien, en el sector del mueble de cocina, propiamente dicho, y en cuanto a dirigir un negocio de este calibre, en realidad no teníamos experiencia. En lo que se refiere al diseño de interiores para clientes particulares y venta de mobiliario de exteriores sí.
I.- ¿Qué soporte recibió desde la central?
L.R.- Un apoyo pleno por parte de la persona de expansión. El responsable de Expansión fue quien nos fue guiando y apoyando en todo momento para conseguir el objetivo común, abrir un concesionario.
I.- ¿Qué se necesita para llevar una tienda de muebles de cocina como Schmidt?
L.R.- Pues sobre todo un dueño comprometido y entregado y un buen equipo humano y profesional. Además, de un buen local con una buena ubicación y un buen equipo de profesionales que sientan el negocio como parte de ellos mismos.
I.- ¿Cómo es la gestión de un establecimiento de esta franquicia?
L.R.- Muy protocolario pero tiene su recompensa. La gestión abarca un abanico muy grande de líneas de trabajo donde capa una de ellas tiene una importancia y una repercusión directa sobre las ventas, la imagen de la marca hacia el cliente, el control administrativo, el nivel de satisfacción del cliente, el trato con los proveedores, el seguimiento de los montadores… Con el paso del tiempo y la experiencia adquirida se va uno especializando en cada una de estas líneas.
I.- ¿Qué recomendaría a los nuevos franquiciados?
L.R.- Que si apuestas por Schmidt cocinas debe ser su segunda casa. Sobre todo, para dar el paso de emprender una aventura de este calado es muy importante tener un grado de compromiso alto y no tener miedo a perder. Es preciso estar convencido de que los buenos resultados dependerán fundamentalmente de tu profesionalidad y tu capacidad de sacrificio. Si no estás dispuesto a sacrificarte, mejor dedícate a otra cosa, pero si lo que deseas es tener un negocio dentro de una empresa con garantías, este es tu sitio.
Montar un concesionario SCHMIDT, no puede salir mal, depende de ti.