Los datos y el texto son los que informaba la marca en el momento en que se expandían mediante franquicias.
En el año 2002 se puso en funcionamiento la primera taberna de Toma Jamón, en Madrid, bajo una premisa muy clara: este establecimiento vendería los productos más típicos de la gastronomía española, con el jamón y el vino a la cabeza, siempre de la mejor calidad y a unos precios asequibles. Esta ha sido una filosofía que, unida al saber-hacer de un equipo directivo que trabaja desde hace muchos años tanto en el mundo de la franquicia como de la hostelería, ha permitido que los otros tres establecimientos que se han abierto posteriormente en la misma ciudad de Madrid, hayan repetido el éxito y la rentabilidad de este primero.
Los locales de Toma Jamón se sitúan en las mejores ubicaciones de ocio de las ciudades, aquellas en las que los habitantes de la ciudad se reúnen para tomar el aperitivo. También son lugares óptimos las áreas comerciales, de oficinas y turísticas, siempre con tránsito elevado de personas. Su objetivo es ampliar la red con locales franquiciados que se sitúen en ciudades de al menos 30.000 habitantes.
Para ello se buscan emprendedores a los que les atraiga el mundo de la restauración. No es necesaria experiencia en el sector, simplemente capacidad de gestionar un negocio y don de gentes. La central se encarga de enseñar todo lo necesario para llevar a cabo la mejor gestión.
Toma Jamón ofrece dos posibilidades: taberna con cocina y sin cocina. Los productos se pueden consumir en el establecimiento o llevar para disfrutarlos en otro lugar. En todas las tabernas Toma Jamón se ha establecido una cocina estandarizada, fácil de gestionar y reproducir, que reduce la inversión (por debajo de la media del sector) y garantiza la calidad. La oferta gastronómica es el resultado de una selección de platos típicos de preparación sencilla.
Únete a un negocio bonito que te satisfará mucho.
Cinco ventajas del negocio:
- Dilatada experiencia en el sector y probada capacidad de gestión del equipo directivo.
- Posibilidad de taberna con cocina y sin cocina.
- Inversión reducida.
- Calidad garantizada.
- Alta rentabilidad.