Ricardo Alexander y el empresario Olivier Blomme son los impulsores de este proyecto que han vivido en primera persona. Amantes, no ya de la cocina del sudoeste asiático, sino de la vida que se palpa en estos países y que se traduce en su gastronomía repleta de sabor, de color y gusto, y que se traduce en un un hervidero de recetas que se degustan a pie de calle.
Ambos, ex-actor y empresario, recalaron en España para crear un espacio donde dar pie a su pasíón por la gastronomía callejera del sudoeste asiático y crear su propio espacio, donde viajar a esta parte del mundo sin necesidad de coger un avión.