La historia de Shake Shack se inició en el año 2000, cuando nació como un carrito de perritos calientes ubicado en Madison Square Park, en Nueva York. Desde el principio tuvo un gran éxito y durante tres años vendió hot dogs desdde este carrito, un formato muy típico en las calles de Nueva York.
Tres años más tarde, dadas las buenas ventas, los dueños de Shake Shack decidieron implantarse en el quiosco fijo del mismo parque y desde allí ampliaron su oferta a hamburguesas, patatas, refrescos, batidos, helados...
Eso fue en 2004 y desde entonces Shake Shack ha preservado la esencia de su negocio, que tantos éxitos les ha reportado: comida rápida con ingredientes de calidad a buenos precios.
Con ello, la cadena se ha convertido en una referencia de su sector en Nueva York y también en otros países: Shake Shack llega ya a mercados de todo el mundo y tiene fuertes planes de expansión.
La empresa salió con éxito a Bolsa en 2015.