La industria del videojuego ha cambiado y actualmente va más allá del puro ocio. Las competiciones de deportes electrónicos (e-sports) se han multiplicado a nivel mundial, convirtiéndose muchas de ellas en verdaderas competiciones de alto nivel, al nivel de grandes eventos deportivos de futbol o baloncesto, con miles de personas coreando desde las gradas en míticos estadios.
Esta industria, la del videojuego, mueve miles de millones de euros. El mercado ‘gamer’ crece año tras año: cada vez más jugadores y aficionados, más competiciones, más profesionales que se dedican a jugar y competir a nivel mundial… y eso conlleva millones de euros en publicidad, por ejemplo. De hecho, muchos medios de comunicación comienzan a tener secciones específicas en esta materia dada las titánicas audiencias que logran títulos como League of Legends.
Más allá de todo el mercado de gamers profesionales, muchos de ellos con sueldos astronómicos, existen los jugadores amateurs, un público diferente que no suele consumir medios tradicionales y que encuentran en los videojuegos su principal vía de ocio. Este es un mercado muy interesante por explotar, al que dar servicio: existen más de 145 millones de aficionados a los esports en todo el mundo, según el portal especializado newzoo.com.
Todo esto resulta un nuevo universo muy rentable, del que pocos emprendedores sacan provecho todavía. La franquicia Elite Gaming Center, nacida en 2013 como la primera franquicia de centros de alto rendimiento para jugadores de videojuegos en España, es una oportunidad única para aprovechar la rentabilidad de este negocio, con un crecimiento totalmente exponencial.
Estos centros de alto rendimiento se estrenaron en Sevilla y Madrid y ya suman son más de una decena en toda España. Cada uno de sus aperturas se convierte en un éxito rotundo.