El primer ejecutivo del grupo estadounidense Ford en España, José Manuel Machado, señaló ayer que pedirá al Gobierno un IVA reducido para los automóviles con unas emisiones de CO2 inferiores a los 120 gramos por kilómetro.
La compañía quiere que la automoción se considere un sector estratégico y se tramite ante la Comisión Europea una propuesta para que el impuesto a la compra de turismos se reduzca del 18% al 8%. Según cálculos de Machado, esta medida se traduciría en un ahorro de alrededor de 1.200 euros en la adquisición de un automóvil. “El plan 2000E dinamizó las ventas, y no le ha costado nada al Gobierno; con esta medida, ocurriría lo mismo, puede parecer que se reducirán los ingresos fiscales, pero, si aumentan las ventas, al final, las Administraciones recaudarán lo mismo”, indicó Machado en un encuentro posterior a las jornadas anuales de automoción organizadas por el IESE en Barcelona.
Consecuencias
Si no se aprueban medidas de este tipo, el presidente de Ford en España pronostica nuevos cierres de fábricas en la Península Ibérica. “La producción ha caído un 17% y las ventas, un 43%; las plantas de producción funcionan a dos turnos, la situación no es sostenible”, indicó. Machado añadió que, con las cifras actuales, España debería contar con 13 plantas, en vez de 18, y con una plantilla de 1,3 millones de trabajadores en el conjunto de la industria, en vez de los 1,6 millones actuales.
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