Los años de recesión, sumados al hecho de que el textil viene afrontando desde el inicio de la década la competencia de países emergentes, han obligado a estas firmas a ponerse manos a la obra y diseñar estrategias efectivas para luchar contra la crisis.
"Lo peor de la crisis ya ha pasado y el sector textil ya ha hecho la necesaria reestructuración". Con estas palabras resume el presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon) la perspectiva con la que los empresarios de esta industria afrontan los próximos meses. A la hora de diseñar sus maniobras anticrisis, las empresas tienen claro que en ciertos capítulos no se puede escatimar gastos. Andrés Aguilar, director ejecutivo de la compañía de moda Flamenco, indica que la empresa ha evitado ajustar el proceso de elaboración de las colecciones con el objetivo de mantener su estándar de calidad. Por ello, "tampoco podemos escatimar en los gastos de presentación de esa calidad. De hecho, estamos yendo a más ferias que antes a pesar de los costes". Madrigal añade que la firma ha reaccionado a la crisis con un plan basado en tres pilares: la apertura de tiendas propias, la internacionalización de la compañía y la diversificación de marcas.
El director general de la firma Jota+Ge, Santos Chacartegui, abunda en la importancia de la comunicación en tiempos de ajuste. "No tiene sentido eliminar gastos de presentación y comunicación que te aporten valor, aunque suele ser una de las cosas más fáciles y tentadoras de hacer, porque el ahorro se ve inmediato y la repercusión a medio plazo". Y añade que en tiempo de crisis hay que disminuir los gastos, pero "solo aquellos que no añaden valor a tus colecciones".
La segunda herramienta más frecuentada está relacionada con favorecer el "acto lúdico de la compra". Se trata de utilizar aperturas más allá del horario de cierre (late openings) para el desarrollo de actividades como cursos, talleres o la instalación de barras de cócteles que, en definitiva, fomenten las ventas.
Cinco Días