La Comisión Europea alcanzó ayer un acuerdo con la multinacional estadounidense Coca-Cola, que se ha comprometido a ajustar sus prácticas de distribución a las reglas europeas de competencia.
La compañía se ha comprometido a eliminar los acuerdos en exclusiva que impiden a sus clientes vender bebidas de otras marcas, según informó la Comisión en Bruselas.
La multinacional acabará con los descuentos para grandes minoristas que adquieran sus refrescos menos populares y con los ligados a la consecución de objetivos de venta. Además, cederá el 20% del espacio de las neveras que instala en supermercados y pequeños establecimientos a productos competidores, como los de Pepsico.
"Obviamente, cuando el sector privado y las autoridades públicas organicen una competición para sus suministros y Coca-Cola proporcione la mejor oferta, entonces podrá ser el único suministrador de refrescos gaseosos", precisa la Comisión.
El comisario de Competencia, Mario Monti, aseguró que estos compromisos permitirán una mayor competencia en el mercado europeo de refrescos gaseosos y aumentará la elección del consumidor. "Estarán en posición de escoger sobre la base del precio y de sus preferencias, en lugar de coger un producto Coca-Cola porque es el único que se ofrece", explicó Monti.
El comisario aseguró que el acuerdo servirá a las autoridades españolas, que habían paralizado un expediente a Coca-Cola por las mismas causas, a la espera de la resolución de Bruselas.