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Entrevista con: Xavier Vallhonrat

Franquicias y Negocios

Entrevistamos al presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF)

Seis años al frente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), más de una década desarrollando actividades comerciales en pro de la franquicia y toda una vida profesional dedicada a este ámbito en distintas empresas... si hay algo de lo que sabe Xavier Vallhonrat (62) es precisamente de eso, de franquicias. Como tercer presidente de la AEF, entidad que él mismo ayudó a fundar para promover y proteger el sistema de franquicia, Xavier Vallhonrat comienza el año 2005 con más de un objetivo cumplido en este sector. La franquicia española ya cuenta con un Comité de Expertos pero también, en breve, con un Certificado de Calidad.

“Somos un mercado maduro, donde no hay cabida para muchos cambios. Hay empresas que desaparecerán y otras que surgirán nuevas; el sello de calidad sólo vendrá a delimitar y clarificar más el sector de la franquicia”, Xavier Vallhonrat lleva toda una década hablando de franquicias, trabajando en franquicia y luchando por la franquicia. Es presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) desde hace seis años y también desempeña su labor profesional para una de las empresas del sector, la cadena de restauración Lizarran. Conoce los problemas del sector, sus entresijos y hacía dónde camina. Y, aquí, nos lo explica. 

-Muchos años tras una Certificación de Calidad para el sistema de franquicia en nuestro país. ¿Qué significa para el sector que ya esté en marcha?
Este sello de calidad, para el que hemos trabajado conjuntamente con el Círculo Empresarial de la Franquicia con el objetivo de sacarlo adelante, certificará el proceso del sistema de franquicia, no el producto de una empresa, sino cómo se estructura la franquicia. El objetivo es ayudar a las organizaciones que franquician sus conceptos de negocio, proporcionando elementos de reconocimiento, credibilidad y confianza. Es una garantía para las cadenas y nosotros hemos puesto mucho empeño en que funcionara. El proyecto  se ha ido gestando durante años hasta que hace unos meses vimos la posibilidad de llevarlo a la práctica, desde un punto de vista independiente y objetivo.

-Más del 80% de las enseñas españolas estaban de acuerdo con la creación de un sello de calidad específico para ellas. ¿Por qué tanto tiempo hasta verlo materializado?
Había que trazar bien las características que tendría este certificado de calidad, trabajar tenazmente para su desarrollo, ahora que el sector está más asentado y maduro se daba el mejor momento para ponerlo en práctica. Por ello, creamos una comisión que se encargara de analizar los detalles que este sello podría aportar al sistema de franquicia. Se trataba de acreditar a las cadenas como una fórmula de negocio probada, garantizando tanto a los franquiciados como a los posibles inversores unas condiciones óptimas de seguridad.

-¿Cómo se aplicará a las cadenas franquiciadoras? Es un sello de calidad como otros que existen en el ámbito empresarial sólo que específico para las empresas franquiciadoras. Es decir, optar a este certificado será voluntario e incluirá el seguimiento de una política de calidad por parte del franquiciador que ha de demostrar la eficaz planificación, operación y control de la calidad en su franquicia.
Todo esto supone que las cadenas franquiciadoras serán auditadas por las empresas certificadoras oficiales pertenecientes a la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC). Éstas se encargarán de otorgar este certificado de calidad en la franquicia, siempre y cuando se acepten las bases para la adaptación del mismo. Después tendrán sus revisiones, renovaciones....

- Esto mejorará mucho la relación del franquiciador con su red franquiciada...
Efectivamente, se trata de que para obtener este certificado, la transparencia entre franquiciador y franquiciado sea total y la información veraz es esencial para que así sea.

-¿Se había convertido este certificado en una de las prioridades de la AEF?
La AEF nació para promocionar el sistema de franquicia y para protegerlo también. Esto implica realizar y proponer todas las actividades necesarias para ello. En este sentido, el certificado de calidad era una asignatura pendiente, pero no la única.  Nuestra labor ha sido y sigue siendo mucho más extensa, abriendo vías comerciales para todos nuestros asociados de todas las formas posibles: acudiendo a ferias, con misiones comerciales en el extranjero, jornadas, congresos y, por supuesto, sentando las bases de este certificado de calidad.

-Ha sido un año fructífero en este sentido porque también se ha aprobado la creación de un Comité de Expertos en la Franquicia. ¿Qué se espera de esta iniciativa? 
Es algo que hemos buscado durante mucho tiempo, también, y que ahora está en marcha. El Comité de Expertos es un avance para la franquicia. Se encargará de dar asistencia a los socios que lo  deseen de forma gratuita. En principio, estará formado por 11 abogados expertos en franquicia y relacionados con empresas franquiciadoras. Entre sus objetivos está el conseguir que el registro de franquiciadores funcione mejor de lo que lo hace en la actualidad y en celebrar todo tipo de jornadas técnicas que arrojen luz al sector.

-Son muchas las novedades en pro de la franquicia ¿qué supone para el sector?
Actualmente, tenemos contabilizadas unas 650 empresas franquiciadoras en el mercado español y no creo que ese número se incremente mucho más. El sector ya está bien asentado. Es un ámbito empresarial bastante maduro. Es cierto que desaparecerán algunas enseñas, aquellas que no funcionen bien, pero también surgirán otras nuevas, con lo cual se mantendrá, en general, un equilibrio del sector.

-Todos estos temas se trataron en el último Congreso de Franquiciadores...
Y muchos otros. Básicamente, fue un foro de debate y encuentro para los profesionales del sector, para que éstos se conocieran entre sí, y se trataran las principales inquietudes que surgen en el sector de la franquicia. Los problemas relacionados con la ubicación, la internacionalización de las empresas franquiciadoras, la incorporación de las nuevas tecnologías, el arbitraje en el contrato de franquicia han sido algunos de los temas que se tocaron durante este congreso. Ya tenemos cita para el próximo que será en Canarias en el año 2006.

-¿Cuáles son las principales dificultades que se ha encontrado la franquicia para seguir creciendo?
La evolución del sistema de franquicia en nuestro país desde los años 90 ha sido muy positiva. Ha existido un gran crecimiento y eso es obvio. Sin embargo, hoy por hoy, una de las mayores complejidades que existen y que perjudican directamente a la expansión de las empresas franquiciadoras en nuestro país es la ubicación. Escasean los locales. Hay zonas donde es imposible establecerse, a no ser que se esté dispuesto a grandes inversiones pero lo peor no es eso, sino que la oferta de locales es tan limitada que, en ocasiones, no llegan ni al mercado. Se cierran antes. Esta situación está generando otro tipo de problemas.

-¿La solución está en la creación de segundos conceptos más ajustados a las necesidades del mercado?
Esto puede ser un error, si se enfoca mal. Si las franquicias se ven obligadas a crear segundos conceptos de negocio, más adecuados para paliar la situación de escasez de locales, no están teniendo en cuenta la demanda de sus clientes y del consumidor en general. Y esto, no siempre es bueno.
La creación de un segundo concepto debe ir en función de la demanda, independientemente de si existen locales o no, por el contrario, se corre el riesgo de que no funcione bien. Hay que tener en cuenta que también en los centros comerciales los precios de alquileres son muy altos y, a veces, no son tan accesibles.

-Y, entonces...
Todo concepto de negocio debe analizarse en función del mercado y, luego, atender el problema de la falta de locales adecuados para su desarrollo.

-¿Qué sucede con las enseñas extranjeras?
España es un mercado de gran interés para las empresas extranjeras. Existen unas 114 marcas franquiciadoras introducidas en nuestro país que representan el 20% de las empresas del sector en España. La presencia más importante es de cadenas estadounidenses (unas 30), seguidas de las francesas (30) e italianas (15-20). En este aspecto, estamos en una época creciente y siendo el punto de mira de muchas cadenas franquiciadoras europeas y americanas.

-¿Qué papel juegan las ferias de franquicia en este sentido?
Por su propia naturaleza, la franquicia es un sistema comercial que salta las fronteras con relativa facilidad; aunque, bien es cierto, que las ferias profesionales de caracter internacional que se celebran en nuestro país han contribuido sobre manera a ello. Es el caso del SIF en Valencia y sus acuerdos con EEUU. Sin embargo, a las ferias se les presenta también otro reto: atraer visitantes de calidad. Crucial si quieren sobrevivir y, sobre todo, ser una buena puerta para expandir el ámbito de la franquicia. Y esto es cada vez más difícil, por el gran número de salones especializados que se celebran en nuestro país. En este sentido, la cantidad puede acabar perjudicando a la calidad del sector y repercutir en otros aspectos.

-Y la solución...
Hasta que no se consiga una feria que realmente domine todo el mercado, esta situación permanecerá así. Aún no ha existido ninguna feria con capacidad suficiente para atraer a visitantes de todas las partes del país. Cada una es fuerte en su zona y las empresas franquiciadoras también deciden en cuáles de todas ellas quieren estar presentes como expositores, ya que no pueden afrontar económicamente tantas asistencias.