Franquicias, oportunidades por sectores de negocio, por inversión, las franquicias top y toda la información para montar una franquicia rentable.

La tribuna de opinión de Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF)

Códigos de Conducta en la franquicia

Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) | 01/09/2014 | 11:03

Códigos de Conducta en la franquicia

En un sistema de franquicias prima, por encima de cualquier otra cosa, la confianza entre el franquiciador y sus franquiciados.

Y por eso, la AEF ha pedido a sus socios franquiciadores, desde su fundación, un compromiso ético reflejado en la exigencia de cumplir con las normas del código deontológico europeo de la franquicia para, así, generar unas expectativas de negocio que excluyan a las ofertas oportunistas que puedan aparecer. Un código de esta clase es, en esencia, un manual de buenas prácticas de aceptación voluntaria. Carece, por tanto, de la obligatoriedad de una ley y precisamente esto es lo que le da su mayor fuerza y explica la adopción generalizada de sus principios en los mercados franquiciadores de medio mundo.

Pero en la franquicia intervienen otros importantes agentes y la AEF propició el año pasado que también las empresas consultoras de franquicias contasen con su propio código deontológico. La iniciativa ligaba con el planteamiento de los consultores socios colaboradores de la Asociación y ello hizo que se llegara a la adopción de un “código deontológico de las empresas de consultoría de franquicias”, aceptado actualmente por ocho firmas, que pretende servir como definición del conjunto de principios éticos y de conducta basados en la transparencia, la honestidad y el respeto hacia los clientes y los competidores.

Estamos, pues, ante una herramienta que debe aumentar esa confianza en el sistema de la que hablaba al principio. Para conseguirlo contamos, en primer lugar, con la actitud de las propias consultoras que pueden y deben controlar su correcta aplicación y, también, con la acción de la AEF en el mismo sentido.

Creo que estamos ante una oportunidad única para superar malos ejemplos del pasado y tenemos –todos- la experiencia y la fuerza necesarias para seguir aportando al mercado franquiciador español los elementos necesarios para mantener y aumentar su importante presencia en el tejido económico y empresarial de nuestro país, haciendo que el nuevo franquiciador encuentre un servicio excelente para poner en marcha su proyecto y el franquiciado la mejor ayuda para la selección de la marca más conveniente para él.