La enseña cuenta con 22 establecimientos propios en Barcelona, Madrid y Sevilla.
RIOASOCIADOS, despacho de abogados multidisciplinar, continúa su expansión por la geografía nacional con la apertura en las próximas semanas de tres franquicias en Baleares: dos en Palma de Mallorca y una en Inca.
La inversión total para la puesta en marcha de cada uno de los establecimientos ha sido de unos 40.000 euros de promedio. Las oficinas de Baleares ofrecerán a los clientes de la zona servicios jurídicos en todos los ámbitos: civil (preparación, revisión e impugnación de contratos, problemas vecinales o demandas de desahucio, entre otros), matrimonial (separaciones y divorcios de mutuo acuerdo o contenciosos, impago de pensiones, etc), penal (estafas, malos tratos, robos o tráfico de drogas, entre otros) o laboral (despidos y reclamaciones de cantidad, accidentes de trabajo, mobbing, etc).
Estas nuevas oficinas en la Isla de Mallorca se unen a los 23 establecimientos (entre propios y franquiciados) repartidos por las provincias de Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia con que ya cuenta la cadena. En los próximos dos meses abrirá oficinas en régimen de franquicia en Cataluña, Valencia, Alcantarilla (Murcia) y Las Palmas de Gran Canaria. Para final de año, RIOASOCIADOS prevé contar con 150 establecimientos repartidos por toda España.
El perfil del franquiciado es el de un abogado o licenciado en derecho que quiera montar su propio despacho con el respaldo de una red de oficinas o el de un empresario o emprendedor que quiera entrar en este sector. En este caso, el franquiciado debe contratar a un abogado en ejercicio que será el responsable de la dirección jurídica de los expedientes gestionados por la oficina.
La Central ofrece al franquiciado formación inicial y continuada, asesoramiento para la localización y la puesta en marcha de la oficina, un avanzado software de gestión, campañas de publicidad a nivel nacional y la posibilidad de que la Central se ocupe íntegramente de la gestión de expedientes de especial complejidad.
Otra ventaja radica en la reducida inversión inicial: a partir de 6.000 euros + IVA, que incluye el canon de entrada mínimo de 3.000 euros + IVA (dependiendo del número de habitantes y la superficie de las instalaciones).