Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores, nos habla de la internacionalización de las empresas franquiciadoras españolas.
Cada año, nuestro estudio “La Franquicia Española en el Mundo” ofrece porcentajes de crecimiento en todas sus variables. Así, este año hay un 3,8% más de enseñas nacionales que exportan sus conceptos al exterior, habiéndose pasado de las 285 de 2014 a las 296 actuales; se ha incrementado en un 3,9% el número de países en los que hay presencia de marcas españolas, pasándose de 127 a 132, y también ha aumentado en un 4,8% la cifra de establecimientos abiertos por redes de nuestro país en otros mercados, contabilizándose ahora un total de 19.874 por los 18.957 que había en 2014.
Con estos datos positivos en la mano, la lectura que hacemos desde la AEF es que la internacionalización mantiene su tendencia al alza año tras año, porque es un aspecto que se contempla en la estrategia empresarial de muchas franquicias; concretamente, hoy en día un 30% de las firmas españolas están operando más allá de nuestras fronteras, un porcentaje que es bastante significativo.
En todo caso, la apuesta por la internacionalización ha de hacerse de una manera muy estudiada, con objetivos bien definidos, sabiendo en qué países se quiere entrar a operar, con qué planteamiento –franquicia maestra, joint-venture o de forma directa−, destinando recursos económicos, técnicos y humanos y, sobre todo, teniendo claro cuándo es el momento preciso para dar este importante paso.
Es muy aconsejable contar con un reconocimiento de marca, con un cierto número de establecimientos abiertos y con una experiencia de varios años en tu mercado de origen, antes de afrontar el proceso de internacionalizarse, porque si se fracasa en otro país no suele haber segundas oportunidades. Además, crecer en el exterior ha de verse por parte de las enseñas como una salida natural al proceso de expansión que lleven a cabo, que no debe limitarles únicamente a su propio mercado. La palabra
franquicia es sinónimo de crecimiento, no solo por todo el territorio español, sino también por otras naciones. Y en un mundo globalizado como el actual, la internacionalización adquiere todavía mayor sentido.