Schmidt Cocinas es una de las pocas franquicias que no exige cánones a sus franquiciados; un plus para decidirse a invertir con esta marca con un concepto de distribución y tiendas único en el sector de la cocina y que, además, ostenta el título de ser el primer fabricante y exportador francés de muebles de cocina.
Los emprendedores que formen parte de la franquicia Schmidt Cocinas se encuentran con la posibilidad, nada desdeñable, de formar parte de una marca líder, de peso, primer fabricante y exportador francés de muebles de cocina, y con una experiencia de más de 50 años en el mercado. Pueden partir tanto de una nueva tienda como de un punto de venta ya existente, siempre y cuando se trata de poblaciones a partir de 50.000 habitantes. Esa es una regla de oro para esta franquicia: que sus locales sean amplios y se ubiquen en zonas muy cómodas para el consumidor, de fácil acceso mejor en parques comerciales o polígonos industriales.
De hecho, las tiendas Schmidt Cocinas están diseñadas para que la rentabilidad llegue al poco tiempo de su puesta en marcha. La ubicación, el servicio que ofrece y la funcionalidad de sus productos llevan a los franquiciados a llevarse un atractivo margen del 43% y a conseguir un retorno rápido de la inversión, estipulado en dos años. Por lo tanto, las tiendas Schmidt Cocinas son una gran oportunidad de inversión, bien pensada y abierta a un emprendedor con ganas de acertar y ganar.