Waynabox ha experimentado un crecimiento espectacular. Desde el primer momento, atrajo la atención de los clientes y el interés de los inversores. Y es que tras un año y medio en el mercado ya superan los 2 millones de euros en ventas y los 15.000 viajeros. Y acaban de cerrar una segunda ronda de financiación valorada en 1’2 millones de euros.Waynabox ha planteado una nueva forma de viajar, donde el cliente desconoce el destino hasta dos días antes de su salida. A cambio, un precio imbatible.
Waynabox propone una nueva fórmula de viajar: por 150 euros, la web ofrece al viajero un vuelo de ida y vuelta y dos noches de hotel a un destino desconocido que el cliente descubre solo dos días antes de viajar. Así, Waynabox permite a sus proveedores (compañías aéreas y hoteles) rentabilizar las plazas vacías de última hora. El cliente, por otro lado, vive una experiencia de viaje diferente que apela a la aventura y a la sorpresa, pero siempre con la calidad que Waynabox asegura tanto en sus vuelos como en los hoteles.
Con este concepto, esta startup lanzada en 2015 ha vivido un rápido crecimiento. Y todo indica que seguirá creciendo a muy buen ritmo. La idea de Waynabox se sembró hace cuatro años cuando sus tres fundadores, Pau Sendra, Ferrán Blanché y Dani Jiménez, pensaron en crear una especie de ‘Interrail con aviones’.
En 2014, Lanzadera, la aceleradora de negocios de Juan Roig, el presidente de Mercadona, les seleccionó para participar en su programa. “Tuvimos la suerte que a medio recorrido nos apadrinó Lanzadera, con lo que tuvimos la oportunidad de contar con su ayuda y sus recursos. En aquel momento estábamos en una fase muy inicial, ¡entramos a la aceleradora con un Power Point! Allí probamos el negocio y lo validamos y en marzo de 2015, lanzamos Waynabox al mercado como tal. Es entonces cuando empezamos a despegar”, explica su cofundador y CEO Pau Sendra.
Hace un año y medio empezaron a vender y hoy ya llevan facturados más de 2 millones de euros y suman casi 15.000 viajeros. Y la previsión para este 2016 es alcanzar los 3 millones de euros. “Los primeros meses tuvimos un crecimiento espectacular y los inversores rápidamente se fijaron en nosotros”,recuerda Pau. A los dos meses de empezar a vender, Waynabox cerró su primera ronda de financiación valorada en 250.000 euros, liderada por Leo Chamarro, exdirector de marketing de Spanair, entre otros inversores privados y asociaciones de inversores. Este año han recibido su segunda ronda valorada en 1’2 millones de euros y liderada por fondos como JM Ventures (Entrecanales) y Bankinter, además de otros grupos industriales como Grupo Paladium y Grupo Marjal. Y ya piensan en una tercera ronda, que irán a buscar en 2017. “Estamos en un mercado muy competitivo y si queremos seguir creciendo y desmarcarnos de la competencia vamos a necesitarla muy pronto”, apunta Pau.
Y es que Waynabox apuesta por un crecimiento rápido pero sostenido. “Somos una empresa que se sostiene con sus ventas y nuestro objetivo es tener un crecimiento totalmente sostenible, pero hemos decidido ser más rápidos a base de inversión privada, aunque siempre teniendo el foco en que queremos ser sostenibles”.
Sin problemas a la hora de captar inversión privada
Tienen un producto que funciona muy bien entre el público, unas muy buenas cifras de ventas y un buen equipo, que ya supera los 30 trabajadores y que solo este año crecerá hasta los 40 o 45. “Pasamos de 10 a 30 trabajadores en seis meses”. Y este es precisamente uno de los grandes retos de una startup, según Pau Sendra, que se esfuerza día a día en gestionar su equipo. Como CEO de la empresa, Pau dedica gran parte de su tiempo a los trabajadores. “Hay que esforzarse en tratar bien a las personas que forman tu empresa, conseguir que estén a gusto trabajando contigo, saber delegar, pensar que esto es una pirámide invertida y que tú estás abajo, sirviendo a los que están trabajando. Hay que dar confianza a las personas. Parece sencillo, pero cuando escalas tan rápido es complicado y es lo que hace que una startup se diferencie de otra. Muchas empresas fracasan por líos en el equipo o porque los emprendedores no se entienden. Con un buen equipo que esté a gusto, las probabilidades de éxito aumentan”, describe Pau.
El crecimiento de la empresa, imparable en España, va a extenderse ahora por el mercado internacional. De hecho, parte de la inversión recibida en esta última ronda se dedicará a este fin: “Waynabox es un producto global. Vamos a empezar creciendo en Francia como mercado piloto pero la idea es llegar a otros países”. Y lo quieren hacer rápido. De ahí que ya se planteen esa tercera ronda.