A partir de octubre, las franquiciadores podrán presentar a futuros inversores un sello de calidad de su negocio, una de las principales demandas del sector.
La Asociación Española de Franquiciadores (AEF) ha diseñado un sello de calidad para franquicias con el objeto de dotarlas de una acreditación que garantice su transparencia y seguridad al inversor. El Sistema de Certificación de Calidad, diseñado por un grupo de trabajo de consultores y franquiciadores, define todos aquellos requisitos que han de cumplir las enseñas para poder ser auditadas por la empresa certificadora.
La nueva acreditación tendrá una vigencia de tres años, aunque durante este periodo deberá realizarse una auditoria anual. Se espera que en octubre estén en funcionamiento las primeras certificaciones de calidad y que, en tres años, un cuarenta por ciento de las franquicias hayan obtenido esta distinción.
El sello de calidad de la franquicia es compatible con otros sistemas de gestión (ISO 9001, SA 8000,…) y es complementaria a los requisitos que la legislación vigente exige a los franquiciadores.
Para conseguir este sello, el franquiciador o una consultora externa deberá implantar el sistema y someterse a la auditoría de una empresa certificadora reconocida por la AEF, que extenderá una propuesta de certificación a un comité de calidad. La AEF será la encargada de registrar y emplazar al franquiciador a rubricar la normativa de uso del sello.