Los franquiciados de la enseña inmobiliaria recuperan la inversión inicial dos años después de poner en marcha el negocio.
Si por algo destaca es por ofrecer a sus franquiciados todas las herramientas para que alcancen el éxito con sus negocios. Xarxa Immobiliària ha desarrollado servicios novedosos y los ha brindado a sus oficinas asociadas. Corner hipotecario, formación práctica para la implementación del know-how, nuevos productos de marketing inmobiliario, nuevo concepto de punto de venta, aplicación de las últimas tecnologías en sus oficinas son algunos de ellos.
La inversión inicial necesaria para poner en marcha una oficina de Xarxa Immobiliària es de alrededor de 75.000 euros, con un canon de entrada de 15.000 euros. Este desembolso inicial se recupera, siempre que el franquiciado siga el sistema de trabajo de Xarxa, a los dos años de haber iniciado la actividad. En la actualidad, tras haber iniciado el desarrollo con franquicias hace menos de un año, Xarxa cuenta con cinco oficinas y tres de ellas son franquiciadas. Durante los dos primeros años de actividad, las oficinas de la enseña alcanzan una facturación media de 260.000 euros.
Apuestan por un crecimiento seguro y responsable. “Cuanto más cerca estén las oficinas unas de otras, más sencillo es el proceso de captación de clientes”. Bajo este principio que señalan los responsables de la enseña, Xarxa Immobiliària estudia muy detalladamente la ubicación de cada oficina que inaugura. Su principal zona de desarrollo es, en la actualidad , Barcelona, aunque no descartan otorgar una franquicia en otros lugares, si se trata de una masterfranquicia o es un auténtico profesional la persona que quiere gestionarla. No en vano, el Know How de Xarxa se basa en trabajar con un personal cualificado y cuidar al máximo las zonas de desarrollo, experimentando un crecimiento sólido y estable.