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Cómo acertar con el local

Redacción FyN

Qué aspectos hay que tener en cuenta a la hora de valorar cómo tiene que ser el local para nuestra franquicia.
Triunfar en la elección del local es requisito primordial si queremos obtener unos buenos resultados en nuestra franquicia.
El principal objetivo a la hora de escoger un local es vender. Y las características del establecimiento y de su ubicación tienen que responder a una serie de requisitos con el objetivo de conseguir el mejor resultado cuando se ponga en marcha la franquicia.
Es importante para todos los negocios, pero en el retail toma especial relevancia. Encontrar un local adecuado, ubicado en el lugar idóneo, es básico para conseguir un buen nivel de ventas.
Son diversos los aspectos que tienen que analizarse para saber dónde ubicar nuestra franquicia. Aunque el franquiciador suele ayudar en muchas ocasiones a sus futuros franquiciados a encontrar el local ideal, es necesario seguir una serie de parámetros para estar seguros de que nuestra elección es la correcta.

La ubicación
La ubicación y toda una serie de cuestiones en torno a ella es determinante a la hora de escoger el local para una franquicia. Cada marca pide una serie de requisitos en cuanto a dónde ubicarse: lo más habitual son las primeras o segundas líneas comerciales, con paso de gente. Y eso es precisamente uno de los factores que hay que estudiar: que el local esté ubicado en un sitio visible y que haya un relativo paso de gente. Para saber la cantidad de tráfico diario, se pueden hacer conteos de gente, durante las diferente horas del día. En función del producto que vendamos será un requisito imprescindible tener un elevado tráfico peatonal. Hay artículos, por ejemplo, que responden a una compra por impulso y por ello requieren estar en una zona en la que pase gente constantemente.
La facilidad de acceso y la cercanía de transporte público son otros aspectos importantes. No es recomendable situarse en una ubicación a la que sea difícil acceder.

Competencia
Otro de los aspectos que hay que analizar es el tipo de negocios que se ubican en la zona. ¿Se dirigen al mismo público que el nuestro? ¿Con qué precios trabajan? ¿Cómo funcionan esos negocios? ¿Qué empresas han cerrado últimamente en la zona?… Son factores que nos ayudarán a conocer el tipo de demanda que existe en esa zona, qué negocios funcionan bien, cuáles son los que suelen fracasar…
Por ejemplo, estudiar los precios con los que trabajan las tiendas cercanas nos servirá de guía para saber si los nuestros se adaptan a la oferta existente o si por el contrario no es lo que los clientes de la zona suelen demandar.
Ver el tipo de productos que suelen venderse en ese entorno también nos ayudará a realizar un perfil del tipo de comprador.
Son algunas vías para poder comparar  y averiguar si nuestro producto encajará con la oferta y la demanda de la zona, conocer qué tipo de público compra y también si existen negocios que operan en el mismo sector que nosotros.
Porque ese es,  precisamente, otro aspecto a tener muy en cuenta: ¿Cuáles de los negocios de la zona son competencia directa? ¿Qué características tienen?

Estudio socioeconómico
Cada franquicia tiene un target definido al que dirige sus productos. Y por ellos es esencial situarse en un entorno socioeconómico que responda al perfil de nuestros clientes objetivos. Para ello, una vez escojamos un barrio, hay que realizar un estudio socioeconómico, en el que se analicen diferentes variables relativas a los habitantes de la zona. Edad, sexo, renta per cápita, bancos per cápita, coches/motos per cápita… son algunos de los aspectos que pueden estudiarse con el objetivo de conocer mejor el tipo de personas que compran en ese entorno. Una vez disponemos de todos estos datos, la cuestión es preguntarse si ese es el perfil del target objetivo de nuestra marca y si el resto de locales de la red que funcionan bien están ubicados en entornos similares.

El local y sus características
Una vez estudiado el entorno, la ubicación, la competencia y el público de la zona, hay que prestar atención al local y sus características. Hasta ahora hemos analizado aspectos importantes desde el punto de vista de negocio.
El punto de vista técnico o arquitectónico también que tenerse muy presente a la hora de escoger el local. Antes de tomar decisiones, hay que averiguar si será viable desarrollar en él la actividad que queremos. Hay que evitar errores como instalarse en un edificio que por su valor arquitectónico nos genere retrasos en los plazos de obra; o en locales sin ventilación o suministro de potencia; establecimientos que no cuentan con la altura mínima exigida por ley o que no pueden disponer de los permisos necesarios para operar, o uno con una mala configuración de planta. También hay que tener en cuenta cuáles serán las reformas que necesitará el local, ya que eso tendrá un gran peso en la inversión a realizar. Son algunos ejemplos de factores a contemplar desde el principio, para evitar imprevistos una vez tengamos el local.
A parte, el mismo franquiciador determinará ciertos parámetros que el local ha de cumplir: un mínimo de metros cuadrados, tamaño específico de fachada y/o escaparate, disposición del espacio…

El alquiler

Hay que valorar el precio del alquiler y valorar si es correspondiente a las ventas que generaremos de media en la tienda. Es decir, no invertir más de un porcentaje determinado de la facturación mensual, ya que eso podría traernos problemas.
Cabe resaltar que la situación inmobiliaria actual ha llevado a que en muchas zonas, especialmente segundas líneas comerciales, registren una bajada en las rentas mensuales de los locales, lo que permite obtener mejores condiciones a la hora de alquilar.

Aspectos contractuales

Una vez estudiada la viabilidad técnica, arquitectónica y ver que el local es el adecuado, hay que analizar ciertos aspectos desde el punto de vista jurídico. Debemos comprobar algunos puntos muy importantes relativos al contrato y al arrendatario. Algunos de los puntos a analizar son la titularidad y facultades del arrendador, la duración del contrato (que no sea inferior a la duración del contrato de franquicia), evitar plazos de obligado cumplimiento (y las penalizaciones que suelen ir asociadas), comprobar antes de la toma de posesión el correcto estado de los servicios y suministros (y que no haya pagos pendientes), recabar la máxima información sobre la comunidad de propietarios en los casos de locales situados en fincas urbanas... Son algunos de los aspectos jurídicos a los que hay que prestar atención.

Hemos visto toda una serie de puntos que se deben tener en cuenta en la elección de el local para nuestra franquicia. De todas formas, el franquiciador toma un papel relevante en este proceso. Al final él es el experto que conoce el negocio y sus características y por ello, tendremos que pedirle el último consejo: el franquiciador conoce a la perfección cómo es su producto, entre qué tipo de público tiene éxito, cómo debe ser el establecimiento… Es por ello, que debemos seguir sus recomendaciones para acertar con el local. Una buena elección marcará en triunfo de nuestra franquicia.