Las hamburguesas y las carnes son la especialidad de Brusters, convirtiéndose en un negocio altamente rentable.
Creatividad sin complejos. Es una buena definición para Brusters, un innovador concepto de restaurantes que se diferencia así de otras propuestas de hostelería. Su especialidad son las carnes y las hamburguesas de calidad certificada mediante IGP (indicación geográfica protegida). “Innovamos en la elaboración de nuestros productos y generamos creatividad sin complejos en todas nuestras propuestas gastronómicas”, explica Francisco Martínez, uno de los fundadores de la marca.
Brusters son restaurantes con carácter propio y un marcado estilo vintage, donde la protagonista es una amplia carta de platos creativos, innovadores y de alta calidad gourmet: cortes de carnes, sándwiches, salchichas gourmet y hamburguesas de autor frescas y sin gluten elaboradas artesanalmente y con certificación de origen del Bierzo (León); así como tartas caseras y creativas, exclusivos refrescos retro-italianos y cervezas artesanales propias. Todo en el mejor ambiente, con una decoración totalmente diferencial y aderezado con una gran selección de música neo-soul y retro-soul.
El proyecto nació de la mano de dos jóvenes empresarios ilicitanos en el 2011. “Estuvimos analizando el mercado de restauración ya que creíamos que el mundo de la hamburguesa y las carnes no estaban bien valoradas en el mercado. Así creamos nuestro primer restaurante en Alicante, donde perfeccionamos nuestro modelo de negocio, aportando frescura, creatividad y calidad de procedencia certificada de las carnes mediante IGP para, de ese modo, empezar con la expansión en 2013”, explica Martínez.
Hoy, Brusters tiene cinco restaurantes a pleno rendimiento. La facturación de cada uno de ellos crece año tras año y los clientes aumentan y se fidelizan, consiguiendo un alto grado de satisfacción. Por ello, los responsables de Brusters confían en el crecimiento de su cadena buscando nuevos socios franquiciados que repliquen su éxito en otros puntos de España. Gracias a su perfeccionado modelo empresarial, los franquiciados de Brusters encuentran un negocio de sencilla gestión y control ágil. Se trata de un negocio caracterizado por la alta rentabilidad y la baja inversión (unos 140.000 euros). “Y sobre todo por la honestidad del equipo y la cercanía total con el franquiciado. El contacto es diario”, resalta su creador.
APOYO INTEGRAL
El equipo de Brusters proporciona a su red de restaurantes un seguimiento constante para asegurar su correcto funcionamiento. Además, desde la Central apoyan y gestionan la realización de las campañas de comunicación de sus franquiciados. Y hay más: “Invertimos constantemente en innovación y creación de nuevos productos; gestionamos desde nuestra central de pedidos on-line todas las diferentes partidas para facilitar los pedidos automáticos de nuestros franquiciados; negociamos las tarifas de los productos de los proveedores para optimizar costos; ofrecemos apoyo fiscal y laboral y también formación continuada...”.
Todo está estudiado al milímetro para que cada uno de los nuevos Brusters sea un éxito. La previsión es abrir al menos tres nuevos locales este año en Madrid, Murcia y Barcelona. “Continuaremos la expansión en Madrid y Barcelona, sin olvidar el resto de España”, concluye Martínez.