Helados todo el año

Es un segmento de mercado que acaba de despegar en nuestro país y en el que todavía queda mucho por hacer. Se ha profesionalizado, con una oferta cada día más amplia, y poco a poco se ha superado la estacionalidad que marcaba el sector. ¿El resultado? negocios fáciles de gestionar y rentables todo el año.

Ha llegado el calor y con él, la época de comer helados. Aunque es en los meses estivales cuando se consume mayor cantidad de este producto, tras diversos años de indecisión, el concepto se ha asentado dentro de la oferta de restauración anual, pasando de estar marcado por la estacionalidad, tanto para clientes como para emprendedores, a ser rentable durante todo el año. ¿Las estrategias? pasan por presentar un producto de mayor calidad y más diversificado. Otra estrategia que han adoptado algunas enseñas pasa por incorporar nuevos surtidos de productos, como bollería, para combatir las fluctuaciones de consumo. ¿El resultado? Las ventas en el sector quedan casi equiparadas al 50% entre los meses de verano y los de invierno.

- Conceptos asequibles
A este esfuerzo por asegurar una curva de ventas equilibrada durante todo el año, hay que sumarle otros factores que hacen de las heladerías conceptos de negocio rentables. Requieren inversiones más reducidas que los demás conceptos de restauración; como media se necesitan alrededor de 97.000 euros para poner en  marcha uno de estos negocios, además de menos mano de obra para asegurar un correcto servicio; aunque la falta de personal cualificado y su elevada rotación son los ‘handicaps’ por excelencia del sector restauración, con una o dos personas al frente de una heladería es suficiente para llevar a cabo la gestión del establecimiento. “La simplicidad en la gestión –apuntan los profesionales del sector– unida a las rentabilidades propias de la hostelería y la predisposición de los consumidores a demandar este tipo de productos, son alicientes para invertir en este negocio”.

El día a día en una heladería es mucho más sencillo que en un restaurante u otros conceptos del sector; se trabaja con un producto de larga vida, fácil de manipular y con el que las pérdidas son mínimas. Todo ello, propicia que el control del coste de materia prima pueda ser exhaustivo.
Además, son negocios que pueden adaptarse a locales de dimensiones reducidas. Con 37 metros cuadrados, de media, es suficiente. De este manera, aunque las ubicaciones idóneas son zonas de primer orden comercial, de elevado tránsito peatonal o turísticas, se reducen de forma considerable los costes relativos al local como, por ejemplo, el alquiler.       

- Alimento saludable
El sector se ha profesionalizado. Esta es una de las tendencias que viene marcando el mercado heladero en los últimos años. Los helados que se fabrican presentan cada vez mayor calidad gracias, en buena parte, a las innovaciones tecnológicas, ya que la evolución en la maquinaria para la fabricación de helados ha sido rápida y notable.
Se han introducido sabores hasta hace poco impensables. Un buen ejemplo de ello, lo encontramos en Häagen-Dazs, donde los consumidores pueden disfrutar de más de 24 sabores de helado; macadamia, pistacho o dulce de leche argentino son sólo algunos de ellos. “Los fabricantes –explican los responsables de Helados Dino– estamos saliendo de los sabores tradicionales, como la vainilla o el chocolate, y vamos hacia sabores más de elite, como Foie Gras, aceite de oliva o queso”. Otra de las directrices que viene marcando las estrategias de las enseñas heladeras es la introducción de helados con valor añadido, como los ‘light’ o sin azúcar.
En este sentido, otra de las inyecciones de vitalidad que ha recibido el sector, es la asociación, cada vez mayor, del helado con la alimentación saludable. Al contrario de lo que podía pensarse hace unos años, los helados constituyen una buena fuente de nutrientes y los profesionales del sector no han pasado por alto este paradigma, para llevar a cabo sus campañas publicitarias. No en vano, según un estudio realizado en el departamento de Bromatología (dietética) y Nutrición de la Universidad de Barcelona, el helado en la dieta diaria constituye una importante aportación de proteínas y calcio. Este análisis rompe con la concepción del helado como golosina y destaca sus valores nutricionales. El consumo de 100 gramos del helado con más calorías (helados de crema con cobertura) –concluye el estudio– supone un aporte máximo del 15% del total de las calorías que debe ingerir diariamente una persona adulta con una actividad física normal. El aporte calórico promedio de 100 gramos de sorbete o helado de agua sobre este mismo tipo de personas no alcanzaría ni el 10% de la recomendación diaria de energía.

- Potencial de crecimiento
Una de las ventajas que presenta operar en el mercado español es que no está explotado como en otros países, por lo que las previsiones de futuro indican que el desarrollo de las heladerías seguirá creciendo en nuestro país.
El consumo de litros de helado por persona y año supera en Finlandia los doce litros, en Dinamarca los diez y en países como Estados Unidos o Nueva Zelanda supera los veinte. Teniendo en cuenta que en España la media ronda los 8 litros, el potencial de crecimiento del sector es aún muy grande. 

- Mercado en crecimiento
El sector de las heladerías pasa por uno de sus mejores momentos. En franquicia, el pastel se lo reparten entre no demasiadas enseñas, alrededor de una decena,  cuyas estrategias pasan  por consolidar sus conceptos y expandirse, tanto con establecimientos propios como franquiciados. El perfil de asociados que buscan las centrales es el de emprendedores que deseen ponerse al frente de una heladería como autoempleo y, lo más importante, que cuenten con capacidad de gestión. 
En un futuro no muy lejano las previsiones indican que aumentará la competencia, con nuevas marcas que apuesten por este nicho de mercado.
Aumentará el consumo de helados y con él el tamaño del sector en el mercado. ¿La clave para no quedarse atrás? ser original y ofrecer calidad, adaptándose de este modo a las necesidades de los consumidores.