Los datos y el texto son los que informaba la marca en el momento en que se expandían mediante franquicias.
R. García, una empresa familiar (que ya va por la tercera generación) cuenta con una extensa trayectoria en el sector de alta bisutería. A lo largo de los años ha ido cerciorándose del vacío que existía en el mercado sobre este producto y apostó por expandir su concepto de negocio. Ahora tiende a un público desatendido que no encontraba respuesta a sus necesidades.
La clave de esta enseña está en el producto que ofrece, diferenciador del resto, con una gran calidad y a unos precios muy razonables. Todo éso con la experiencia de una cadena bien asentada en el mercado.
R. García, a diferencia de los anteriores se ha posicionado como un concepto basado en crear y generar fidelización de la clientela a través de un producto novedoso, sometido a estrictos controles de calidad con una esmerada atención al cliente. Esta diferenciación de producto y servicio permite que los márgenes sean más elevados que los de la competencia, alcanzando niveles por encima del 250 % sobre el coste de la mercancía.