Los datos y el texto son los que informaba la marca en el momento en que se expandían mediante franquicias.
Las lavanderías Wash N Dry funcionan de una forma convencional: entregando la ropa al depediente quien lava, seca y dobla las prendas, devolviéndola posteriormente al cliente, o , también con un sistema de autoservicio dónde es el cliente quien introduce monedas en las lavadoras y secadoras. El lavado convencional se ofrece durante el horario comercial habitual, mientras que el método de autoservicio se alarga, concretamente desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, domingos y festivos incluidos.
Los servicios estándar son el lavado, secado y planchado de prendas, aunque también se ofrecen servicios subcontratados de tintorería y arreglos de ropa. Para los pequeños comercios como peluquerías, guarderías, restaurantes, bares, centros de estética o gimnasios también se adecúan estos servicios.
El éxito de montar un negocio de Wash N Dry se centra en el amplio segmento de público al que se dirige: solteros, amas de casa, parejas que trabajan, etc. Entre las ventajas que aporta la cadena destaca el hecho de que no existe stock, funciona sin personal fuera del horario comercial, gracias al sistema de autoservicio y cuenta con un servicio de asistencia técnica para toda España.