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La distribución del vino se profesionaliza

Franquicias y Negocios

Vinos de Etiqueta lanza en franquicia su original concepto de comercialización de vinos.

Tras 15 años de experiencia y una extensa trayectoria en su sector, Vinos de Etiqueta irrumpe en el ámbito de la franquicia con una propuesta innovadora: la personalización y venta a domicilio de botellas de vino de gran calidad. Un negocio innovador que, ahora, está al alcance de todos.

“Nos dedicamos a la venta de vino a domicilio, una amplia oferta, con y sin denominación de origen, personalizada según las necesidades de nuestra clientela, ya que nos dirigimos a un extenso segmento de mercado”. Así definen la base de su actividad en Vinos de Etiqueta, una enseña que ofrece un innovador concepto de negocio basado en la distribución a domicilio de vino y que, ahora, se lanza a franquiciar. Apoyándose en su sólida experiencia, que le ha permitido adaptar su negocio al sistema de franquicia, Vinos de Etiqueta da a sus franquiciados el soporte necesario tanto al inicio como de forma continuada. El objetivo es que su red franquiciada tenga todas y cada una de las herramientas que son esenciales para conseguir desarrollar con éxito el concepto de negocio, que llevan a cabo desde sus oficinas, sin necesidad de local y enfocándolo a tres tipos de clientes: el consumidor final (hogares), el consumidor profesional (bares y restaurantes) y el consumidor institucional (empresas y asociaciones).

Empresa con experiencia

Vinos de Etiqueta lleva quince años desarrollando el mismo concepto de negocio que ahora comienza a franquiciar en su centro piloto. “Somos personas con experiencia y conocedores del sector del vino y no sólo de sus características, sino también de todo lo relacionado con la producción y cómo trabajan. Además de tener claras las preferencias del consumidor final”, aclaran los responsables de la firma. A lo largo de estos años Vinos de Etiqueta ha depurado su sistema de venta: captación y fidelización de clientela y ampliado su ‘mix’ de productos para que sea el más atractivo de cara al consumidor, así como sus sistemas de aprovisionamiento. Además han llegado a acuerdos con productores para el abastecimiento que, en algunos casos, es en exclusiva.

Ofertas únicas

La oferta de Vinos de Etiqueta está compuesta por alrededor de cincuenta referencias de procedencias como Rioja, Ribera del Duero, Rueda, Cigales, Toro… además de cavas y espumosos, todos ellos comprados en origen; directamente al productor. La enseña cuenta, además, con la distribución en exclusiva de algunos caldos de máxima calidad que el cliente no puede comprar en ningún otro negocio. Esta oferta, que “sin ser excesiva no es escasa”, definen los responsables de la enseña, permite una fácil selección por parte del cliente, una reducción en el tiempo de pedido y una mejora en el trato hacia el cliente, al recibir éste un servicio rápido y exento de dificultades.

Amplio segmento de clientes

En Vinos de Etiqueta, aunque cuentan con tres tipos de clientes, enfocan su actividad, principalmente, en la venta de vino a hogares. “Es nuestro principal cliente y el que más está evolucionando en su consumo”, afirman los responsables de la firma. Cada vez más, el consumo de vino de calidad está creciendo en el propio hogar y reduciéndose en los ambientes sociales como pueden ser bares y restaurantes, excepto los vinos espumosos y cavas, cuyo consumo se asocia más a celebraciones y a locales públicos.
Desde su central, la enseña estudia permanentemente el mercado, viendo la evolución de las preferencias del cliente y anticipándose a su demanda. Así, en Vinos de Etiqueta saben qué acciones son necesarias para captar y fidelizar a su cliente objetivo, cómo favorecer la venta, presentar los nuevos productos, conseguir que compren repetidamente… Todo este conocimiento la enseña lo pone en manos de sus franquiciados.

Tendencias

Además de la creciente demanda por consumir vino de calidad en el hogar, también  el consumo a través de la compra de libre servicio -supermercados, hipermercados y  tienda tradicional-está cambiando. Desde un tiempo a esta parte, la compra “no convencional”, el servicio a domicilio, está aumentando su cuota de presencia en el mercado. El cliente cada vez demanda más servicio, más rapidez, agilidad y, en la medida de lo posible, evitar actos rutinarios como hacer la compra. Por estos motivos, en Vinos de Etiqueta, a través de la entrega a domicilio, consiguen favorecer y fidelizar la compra del cliente.
El cliente institucional, por su parte, tiene hábitos de compra muy estandarizados. Demanda rapidez, precio muy competitivo y posibilidad de personalizar las botellas. Y, por lo que respecta al cliente profesional, si bien su tendencia de consumo es decreciente, se está estabilizando y es un cliente fácilmente fidelizable si se consiguen precios muy competitivos y condiciones favorables de abastecimiento.
En Vinos de Etiqueta, al comprar directamente al productor, cuentan con mejores precios y son, por lo tanto, más competitivos en este aspecto que la competencia.
 
Situación de mercado óptima

En Vinos de Etiqueta ofrecen asesoramiento continuo, se muestran próximos al cliente final y no existe obligatoriedad en la compra. Todo esto, además del servicio que prestan, su profesionalidad y conocimiento del mundo del vino, les coloca en una situación privilegiada en el mercado. “En los autoservicios, por ejemplo, el asesoramiento en la compra es nulo”, afirman desde la enseña. “En las tiendas especializadas el asesoramiento es mayor pero el precio no es tan competitivo como el consumidor demanda”, añaden. Y, por lo que respecta a los clubes del vino, los responsables de la firma aseguran que el consumidor es reacio a ellos por el efecto negativo de la obligatoriedad en la compra y la lejanía del proveedor. 
En “Vinos de Etiqueta” fidelizan a la clientela a través de la personalización de las botellas, sin perder el registro de la procedencia del vino. Así, alguien que necesite un vino personalizado para un evento lo tendrá a un precio muy competitivo y con un caldo de calidad. Además, distribuyen en exclusiva determinados caldos de la máxima calidad. El cliente no los podrá encontrar en otro lugar. Algunos de estos han sido presentados a concursos y han obtenido menciones notorias. La firma, además, se aprovisiona directamente desde origen y no tiene una estructura de costes fijos derivada de empleados, alquileres de locales venta al público... Todo ello les permite reducir el precio, mantener el margen, ganar competitividad y ser menos débiles ante variaciones de precios en origen.

Oportunidad de negocio

Para ser franquiciado de Vinos de Etiqueta no es necesario tener ningún tipo de local cara al público pero sí que es necesaria una inversión en publicidad, para que el cliente conozca la enseña y su oferta de productos y servicios. Se debe contar con un capital en torno a 26.000 euros previendo un retorno de la inversión de entre uno y dos años.
Vinos de Etiqueta forma y apoya a sus franquiciados en la captación y fidelización de clientela de forma continuada, cede el portafolio de productos e investiga de forma constante la mejora de la oferta. Además, la central busca constantemente acuerdos de aprovisionamiento y el futuro franquiciado explotará todos los acuerdos presentes y futuros.
Vinos de Etiqueta es una gran oportunidad de autoempleo, para todas aquellas personas a las que les guste el mundo del vino y tengan ganas de tener su propio negocio.

Consumo en España

En nuestro país el 67% del vino que se consume corresponde a vinos de mesa, un 27% a caldos con Denominación de Origen y el 7% restante pertenece a otros vinos, en su mayoría cavas.

Claves del negocio

  • No se necesita local: venta de vino a domicilio.
  • Diversificación de la clientela: consumidor final (hogares), consumidor profesional (hostelería) y consumidor institucional (empresas y asociaciones): aumento rentabilidad.
  • Personalización del vino según las necesidades del cliente: fidelización de la clientela.
  • Oportunidad para el autoempleo: en un principio no se necesitan empleados.

En qué se diferencian

  • Negocio innovador sin competencia directa
  • Cartera de productos de la máxima calidad adecuada a los gustos del consumidor
  • Caldos de calidad a precios competitivos
  • Distribución en exclusiva de vinos de máxima calidad
  • Gran conocimiento del sector vino, de las condiciones de producción y de los gustos del consumidor según los cuales actualizan, de forma constante, sus productos
  • Compra al productor, eliminando los márgenes de distribuidores

Por qué franquiciar

  • Inversión: reducida (unos 26.000 euros) con un periodo breve de retorno (entre uno y dos años).
  • Formación: captación y fidelización de la clientela, personalización, presentación de nuevos vinos, etc. Técnicas contrastadas con el éxito del negocio piloto.
  • Competitividad: iniciarse en una actividad que al principio suele presentar barreras de entrada muy altas si se inicia el negocio de forma independiente.