Tras la Guerra Civil, Antonio Rodilla, nacido en Guijuelo (Salamanca) se trasladó a Madrid para quedarse el traspaso de una pastelería en la céntrica plaza de Callao.
Con la creación del obrador, Rodilla inicia su plan de expansión, centrado en la capital de España, con el objetivo de convertirse en la cadena líder en restauración especializada en sándwiches. Las tiendas se lavan la cara reciclándose para ofrecer un espacio más confortable al público y unificando su imagen.
En 1995 abren por fin el mercado a las franquicias, con las tiendas de Goya y Las Rozas, obteniendo rápidamente una gran aceptación, dando inicio a una aventura comercial. Actualmente, Rodilla tiene abiertos un total de 97 establecimientos en España, con especial presencia en Andalucía, Barcelona, Levante y Madrid.