Tartalia se ha convertido en referente en el sector de las tartas y pasteles para celebraciones gracias a su amplia oferta. Acceder a toda la experiencia y conocimientos de una empresa líder como Tartalia tienen muchas ventajas: sus responsables conocen las claves para triunfar con su negocio, unas claves que transmiten a cada uno de sus franquiciados. Entre ellas está la buena ubicación de la tienda.
La franquicia Tartalia es una cadena de pastelerías que se ha convertido en referente gracias a sus tartas y pasteles de elaboración propia. Con una treintena de locales por todo el país, esta franquicia se posiciona como un negocio sencillo, de baja inversión y con muy buenos resultados.
Los más de 30 años que llevan en el mercado permiten a los responsables de la empresa tener un modelo de negocio optimizado, probado y con toda la operativa estandarizada, de manera que el franquiciado accede a un negocio de sencilla gestión y el apoyo y estructura de la compañía.
Dónde abrir una franquicia Tartalia
Basándose en su experiencia, Tartalia sabe dónde ubicar sus franquicias para que obtengan buenos resultados. Los locales, de unos 75 o 100 m2, tienen que estar situados en avenidas o calles comerciales de fácil acceso y preferentemente en casco urbano. Serán también potencialmente viables zonas residenciales, turísticas y de ocio con tránsito elevado de gente y buena visibilidad del local. Tener una fachada con escaparate a la calle de al menos 5 metros es importante para tener visibilidad.
En cuanto a la decoración e imagen de estos establecimientos, presentan una estética cuidada, elegante y sencilla, caracterizada por el predominio del color rojo como tono cromático distintivo de Tartalia, incluso en los exteriores de los locales. El interior es sencillo y espacioso cediéndole así todo el protagonismo a la exposición de la amplia gama de productos, facilitando así el proceso de compra.