Franquicias, oportunidades por sectores de negocio, por inversión, las franquicias top y toda la información para montar una franquicia rentable.

Exotismo entre fogones

Franquicias & Negocios

Los restaurantes étnicos triunfan entre los consumidores.

La restauración étnica ha logrado hacerse hueco como una opción innovadora dentro de nuestros hábitos de consumo. Una oferta original, precios asequibles y un consumidor cada vez más motivado a probar platos nuevos han propiciado que los restaurantes japoneses, tailandeses, indúes, etc. vivan su época de mayor desarrollo.

Viajar a culturas lejanas de la mano de su gastronomía. Con esta atractiva oferta, los restaurantes étnicos llegaron al sector de la restauración, copado por múltiples conceptos, como una alternativa innovadora. Y dirigiéndose a un público que huye del más de lo mismo; que busca alternativas también a la hora de comer, conceptos que le ofrezcan algún valor añadido, que le sorprendan.  
Olor a especies o a azahar, músicas tradicionales de cada país, escenarios en los que se cuida hasta el más mínimo detalle... Todo ello unido a los platos típicos del lugar, a sabores únicos y desconocidos; sensaciones para todos los sentidos que ofrecen al cliente un mosaico de contrastes en el que la ambientación, el servicio, la puesta en escena, etcétera, tienen la misma importancia que el tipo de comida y su calidad.
Y es que, una de las estrategias más eficaces en restauración para captar al cliente potencial consiste en presentar conceptos diferenciados, sorprenderle con una oferta distinta a la conocida. Este motivo, unido a la posibilidad cada vez mayor de viajar a destinos lejanos, ha facilitado que el comensal español haya empezado a apreciar y a distinguir entre los tipos de cocina, y que sean cada vez más las enseñas que operan en este segmento de mercado. Por lo general, se necesitan locales más reducidos que para otros restaurantes y la inversión inicial también es menor.

Cambio de origen y destino
Se abre el mercado, la gente emigra a otros países y exporta su gastronomía; inicialmente, los restaurantes étnicos empezaron a surgir con la llegada de la inmigración, que trajo con ella las costumbres gastronómicas propias de su país. La mayoría de estos establecimientos eran regentados por personas originarias del país en cuestión y los clientes eran, casi en su totalidad, inmigrantes que querían seguir comiendo los productos y platos a los que estaban acostumbrados.
Pero, poco a poco, con el creciente interés del público autóctono por todo lo relacionado con otras culturas, el panorama para este nicho de mercado ha variado. Los restaurantes étnicos que han surgido en los últimos años presentan un origen y un destino bastante distinto al original: han pasado a ser establecimientos, que sin perder su esencia primaria,  se han adaptado a las costumbres de nuestro país en la medida necesaria para atraer a un público que, aunque desconoce ese tipo de gastronomía, cada vez es más culto en temas culinarios y que, además,   busca probar nuevos sabores.
De esta manera, los restaurantes étnicos actuales abarcan un sector de clientela mucho más amplio que hace unos años y,  además, también constituyen una buena oportunidad de negocio para los emprendedores que quieran entrar en el sector de la restauración sin realizar un gran desembolso.

‘Boom asiático’
Es el caso de Assia in Wok, enseña  que basa su propuesta en un tipo de cocina asiática ligeramente occidentalizada. La decoración, basada en líneas sencillas que crean un ambiente moderno y minimalista, constituye un elemento diferenciador de estos restaurantes, que aúnan una amplia oferta de platos de cocina tailandesa, indonesa, japonesa, vietnamita, etcétera. Platos ligeros y sabrosos que han tenido, explica Susana Braza, directora de Expansión  de Assia in Wok, una excelente aceptación entre el público: “los restaurantes étnicos que han surgido en los últimos tiempos lo han hecho adaptándose a nuestras costumbres, lo que ha facilitado que atraigan a un sector de población mucho más amplio que los primeros que aparecieron”.

Si bien esta enseña se sitúa dentro del llamado ‘boom’ de comida asiática, hace unos años la oferta en restauración étnica se limitada a italianos, mexicanos y norteamericanos.
Una de las cadenas pioneras en comida americana fue Foster’s Hollywood que, con más de una centena de locales operativos, constituye una de las franquicias más consolidadas del sector. La idea de Foster’s, cuyos locales están inspirados en los estudios cinematográficos de Hollywood, surgió de un grupo de californianos que añoraban sus platos típicos y que se convirtieron, de este modo, en los precursores del sector de los ‘casual restaurant’, comida a buen precio con una puesta en escena que cuida todos los detalles.
En la actualidad el sector de la restauración temática, dentro del que se encuentra el segmento de los étnicos, cuenta con cerca de 20 enseñas, que aglutinan entre ellas más de 370 establecimientos. Como media de inversión las cifras superan los 300.000 euros y alrededor de 710.000 euros de facturación.

Una alternativa de ocio
Una de las ideas que rigen los restaurantes temáticos es aunar restauración y ocio, creando ambientes divertidos a través de una oferta que nos traslada a otros sabores y culturas. Es por este motivo que la proliferación de centros comerciales en España ha ayudado al desarrollo de estos conceptos. “En la actualidad –expone Gonzalo Juliani, director de Expansión de Bazaar– no concebimos un centro comercial sin al menos un 10% de oferta en restauración étnica”. Bazaar forma parte del grupo Comess Group, uno de los más consolidados en restauración étnica. Marcas atractivas, un target de clientes que busca experiencias nuevas y precios asequibles, son factores que han contribuido a que la restauración étnica encontrase su espacio entre nuestros hábitos de consumo. Aunque también hay que señalar que la mentalidad del consumidor, mucho más conservadora en términos culinarios hace unos años, ha cambiado; la gente viaja mucho más y se interesa por probar todo tipo de cocina. Con un ticket medio de 15 euros, Bazaar abarca un target de cliente de todas las edades y clases. Su carta está diseñada para ser un fiel referente de la gastronomía griega, libanesa y marroquí. El elemento diferenciador para Gonzalo Juliani, para por ser “una experiencia que merece la pena ya que es muy enriquecedor para el comensal degustar los ejemplos culinarios más ricos y apetitosos de la gastronomía del Mediterráneo Oriental,  al tiempo que se descubren nuevas costumbres y culturas”.


Atreverse a innovar
El éxito consiste en apostar por conceptos nuevos y arriesgarse a ponerlos en marcha. Es el caso de Istanbul Döner Kebap, enseña especializada en restaurantes turcos de comida rápida. Como explica el director de la enseña, Hasso Schmidt, al principio no sabían si el Kebap (carne asada) iba a tener una buena aceptación en España, pero poco a poco fueron descubriendo que todos los locales que abrían tenían una buena acogida entre el público y funcionaban, así que continuaron inaugurando nuevos locales hasta alcanzar los más de cuarenta establecimientos que a día de hoy tienen operativos. Constituye un concepto más dentro de la comida rápida, una opción para el consumidor que busca solucionar una comida por entre cuatro y siete euros con un producto rico y sano; una alternativa a las hamburguesas, pizzas o bocadillos tradicionales del ‘fast food’.
El origen hay que buscarlo en la apertura del mercado. En el caso del Kebap fueron los inmigrantes turcos que, hace tres décadas, llegaron a Alemania y abrieron restaurantes en los que ofrecían este producto. Primero se dirigían sólo a sus paisanos, pero más tarde el Kebap se hizo un hueco en el mercado hasta convertirse en una comida tan típica en Alemania como la salchicha. En España, aunque todavía nos encontramos con mucha gente que no ha probado un Kebap en su vida, la aceptación es buena y “el que prueba siempre repite”, sostiene Hasso.

Futuro prometedor
Lleva relativamente poco tiempo en el mercado, por lo que la restauración étnica es un segmento que hoy por hoy cuenta con grandes expectativas de desarrollo, además de amplias posibilidades de innovación. Un cliente dado cada vez más a probar nuevas recetas y un panorama en el que las distintas culturas se interrelacionan de forma creciente, juegan a favor de este segmento de mercado.
Un sector poco saturado en el que además existe poca competencia; un mercado que, según los expertos en él, disfrutará en los próximos años de su mayor etapa de crecimiento.