• La firma con mayor número de centros de manicura y pedicura en toda España está preparada para la reapertura del comercio y la vuelta paulatina a la normalidad. Los exhaustivos protocolos de higiene, que pone en práctica desde su fundación, en 2007, aseguran a sus clientas y a su personal una seguridad total.
• Además, la calidad certificada de toda su gama de productos (los primeros del mercado etiquetados como 10 Free, la categoría más alta del sector) –que ni proceden de, ni han sido probados en animales– ofrece una garantía real de que su uso no tiene efecto secundario alguno, ni siquiera tras un empleo continuado.
En Nails Factory, las claves para adecuarse al escenario que nos aguarda, una vez superado el confinamiento, están más que avanzadas. Pues buena parte de ellas forman parte del ADN de su concepto de negocio. «Nos resulta familiar que se hable ahora de protocolos necesarios para la vuelta a la nueva normalidad», comenta Yolanda Beltrán, fundadora de Nails Factory. «Y es que, desde la puesta en macha de esta marca, en 2007, llevamos aplicando unos exhaustivos sistemas de limpieza, higienización y esterilización, que no solo nos han diferenciado siempre de la competencia, sino que son los más avanzados del sector de la estética».
Aunque trabaja con estos protocolos, que se han transmitido siempre a todos sus franquiciados y a cada técnica manicurista que se sienta frente a las clientas, la cadena está pendiente «de cualquier directriz o normativa que llegue de las autoridades sanitarias. Aunque nos hemos adelantado, trabajando sobre máximos, para estar preparados ante cualquier exigencia», relata Yolanda Beltrán.
La fundadora de Nails Factory asegura que, en todos los departamentos de la central, desde los responsables de productos a los encargados de la decoración de los establecimientos, «manejamos escenarios en los que prima la seguridad de todas las personas que entran en cualquiera de nuestros centros. Primero, porque, ya digo, los guantes, las mascarillas o los limpiadores de superficies con virucidas y fungicidas forman parte de nuestro paisaje cotidiano. Pero además, porque ya estamos ensayando la instalación de mamparas protectoras y otros elementos de seguridad, tanto para clientas como para técnicas».
De hecho, la marca sabe que esta preocupación por la higiene es, junto con la conocida calidad de sus productos, la agilidad y profesionalidad del servicio, uno de sus grandes elementos diferenciadores. Ya que, no en vano, siempre se interesa por los motivos que han llevado a cada nueva clienta a cambiar y elegirla. «Tanto nuestros franquiciados, como nuestras técnicas y clientas pueden permanecer tranquilas, porque nada va a variar en ese sentido», continúa la creadora de esta marca con más de 170 centros de manicura y pedicura, extendidos por toda España. Quien desde sus orígenes ha exigido también a los laboratorios una elevada calidad de producto (no solo para esmaltes, sino también aceites de cutícula, crema de manos o pies, bálsamos hidratantes...), tanto para uso profesional como venta al público.
Y en especial en lo referente a sus bondades de cara a la salud, pues todos ellos se encuentran certificados como 10 Free, lo que garantiza la ausencia de compuestos químicos que puedan resultar tóxicos o alérgenos, como tolueno, formaldehído, alcanfor, parabenos... «Y tan importante o más, que ni proceden de, ni han sido probados en modo alguno en animales», concluye la fundadora de Nails Factory. «A pesar de lo cual aseguramos que ofrecen los mismos niveles de resultado final y de durabilidad. De ahí que detectemos ese interés por cambiar a nuestra marca, tanto en clientas, que agradecen el cambio a mejor, como en emprendedores que buscan un negocio que proporcione beneficios, pero del que sentirse orgullosos».