La cadena de restauración especializada en tapas ibéricas y tradicionales de alta calidad, perteneciente a The Eat Out Group, presenta un nuevo formato de negocio en franquicia con una inversión asequible.
Dehesa Santa María, la cadena de restauración moderna e innovadora, especializada en
tapas ibéricas y tradicionales de alta calidad, perteneciente a
The Eat Out Group, presenta un nuevo formato de negocio en franquicia con la inversión más baja del mercado. Desde ahora, se puede acceder a un restaurante DSM por una inversión en recursos propios inferior a 50.000 euros.
La enseña ha reformulado su concepto de modo que permita acceder a su franquicia a un coste muy reducido y financiado, en parte, por la marca.
El nuevo formato permite transformar locales de restauración tradicional al concepto de restauración moderna de Dehesa Santa María, con la rentabilidad de un líder en España. Este nuevo formato conlleva un reducido canon de entrada y es factible para todo aquel que disponga de un negocio de restauración tradicional y desee abrir una nueva ventana de negocio mediante la adhesión a Dehesa santa María. Además, tampoco es necesaria una gran inversión en obra civil sino una mínima en reforma y maquinaria específica reducida, beneficiándose de la fuerza e imagen de la marca, estrategias de marketing y publicidad, aportaciones financieras y otras ventajas de la red.
El concepto de negocio de
Dehesa Santa María se basa en ofrecer una comida de calidad, con un buen servicio y a base de productos saludables tradicionales y sencilla elaboración. Se caracteriza principalmente por la alta calidad de todos sus productos, cuidadosamente seleccionados con criterios estrictos y producidos especialmente para Dehesa Santa María, muchos acogidos a Denominaciones de Origen.
Se trata de una
oportunidad de negocio con numerosas ventajas para el franquiciado: la central adquiere todos ellos para los diferentes establecimientos, lo que le permite tener precios de compra muy competitivos que benefician tanto al franquiciado como al consumidor final y un amplio horario de facturación. Los establecimientos no requieren de instalación de salida de humos, lo que supone un ahorro de maquinaria y de obra civil y, además, facilita la búsqueda y negociación de locales.