Galicia es la quinta comunidad con mayor número de franquicias, tras Madrid, Barcelona o Andalucía, con
hasta un total de 34 repartidas a lo largo del territorio. Los autónomos gallegos han encontrado este sistema de negocio un buen recurso empresarial.
La crisis económica está llevando a muchos autónomos a decidir
montar
una franquicia para apoyarse en la seguridad que ofrece la marca de la
empresa matriz.
La tendencia apuesta por ideas originales, nuevas tecnologías y la
reducción de costes ya que la crisis ha llevado a centrarse en modelos
novedosos de negocio que
requieren menos inversión a la
hora de impulsar la nueva tienda. Las franquicias de sectores como las
agencias inmobiliarias y
servicios financieros son las que más han
reducido su implantación con un descenso del 60%, mientras que otras
como
las de reciclaje de cartuchos de tinta están en auge y son cada
vez más abundantes, ya que la gente recurre a este tipo de empresas
para ahorrar en la economía doméstica.
Y es que lo que cuenta en este modelo de negocios es la marca y por
ello en Santiago cada vez aparecen más personas dispuestas a adquirir
un local siempre que estén apoyados por
una marca famosa que facilita
el producto y la distribución en la tienda. Los beneficios son para el
propietario y por lo tanto si el negocio resulta, acaba siendo una
buena forma de obtener ingresos, siguiendo las pautas de la empresa
matriz.
La Voz de Galicia