La gran plataforma logística, generará 13.000 empleos, costará a la compañía 120 millones de euros y se ubicará en Lliçà d’Amunt (Barcelona).
El proyecto de Lliçà , bautizado como «la Ciudad Logística de Mango», ha sido posible, entre otras cosas, gracias al buen talante del nuevo equipo municipal. La inversión ya estaba prevista en 1999 (incluso la empresa había adquirido los terrenos), pero topó con múltiples problemas administrativos que hicieron que se desestimara el proyecto.
Portavoces de Mango se limitaron a señalar que está previsto que las obras comiencen en dos años, cuando se tramiten los permisos pertinentes, y que dentro de siete podría estar totalmente operativo. Mientras se aprueban los permisos para esta gran inversión, Mango utiliza de manera temporal una planta en Terrassa (Barcelona), de 10.000 m² y un almacén en Parets del Vallès (Barcelona), de 22.000 m², para cubrir su demanda de servicios logísticos, que sigue creciendo.
Fuentes próximas a la compañía explicaron que las razones que hicieron naufragar el proyecto de Lliçà en 2001 también fueron empresariales. La difícil coyuntura económica internacional obligó a Mango a replantear su ambicioso plan inversor (sólo en tecnificación logística la empresa pensaba gastar 240 millones hasta 2005).
ABC Junio 2004