La empresa encuentra difícil de rentabilizar algunas ubicaciones en aeropuertos cuando las cuotas de alquiler son demasiado altas. Cuotas del 25% las ven inasumibles para los locales por su difícil rentabilización.
Europcar mantiene su plan para dejar de operar en dos aeropuertos: El Hierro y Vitoria. La compañía de rent a car cree que el modelo de concesión es inviable por la caída de pasajeros provocada por la recesión. La privatización es el momento perfecto para renegociar el sistema, según el grupo. “El modelo de contratación con Aena no es sostenible para el sector. En la concesión, pagas una cuota fija muy alta, entre el 20% y el 25%. Es inviable. Operar en un aeropuerto puede suponer entre un 50% y un 60% de la facturación”, asegura José María González, director general de Europcar España.
Aena ingresa 85 millones a través de la concesiones a las compañías de alquiler de vehículos. Los responsables del gestor, centrados en la venta parcial de la compañía, dieron un ultimátum a las concesionarias que operan en sus aeropuertos para adaptarse a la privatización (ver EXPANSIÓN de 3 de junio) y varias firmas han puesto ahora el asunto en manos de sus abogados.
“La única alternativa que nos han planteado es: o te sales o te quedas. Sin embargo, existen fórmulas intermedias, ya que los contratos se pueden extender, suavizar las condiciones o reducir las cuotas fijas para que el sector se mantenga en aeropuertos”, explica González, que añade que “para el turismo, el sector del rent a car es crítico. Salir de los aeropuertos es malo para Aena y es malo para el turismo, pero es la posición en la que están dejando a muchas compañías”. El responsable de Europcar va más allá y augura que, “para posibles inversores, no sería muy bueno que el rent a car se fuera de los aeropuertos”.
Europcar es la mayor compañía de alquiler de vehículos en España, un mercado que mueve 1.250 millones al año, con una cuota del 16% y 220 centros. Además, es el principal comprador de vehículos del país, con 25.000 unidades cada año. España pesa entre el 10% y el 12% para la multinacional, que facturó 1.970 millones de euros en Europa en 2010.