Un menú típico de pan de pita con todo tipo de carnes y también para vegetarianos, esta es la propuesta de la cadena de restauración rápida Pita Inn, para consumir en el mismo local o para llevar.
Pan de Pita, falatel, carne de cordero, ternera o pollo, salsas y ensaladas, todo ello utilizando la fórmula del autoservicio para disminuir la sensación de espera en el cliente.
Con este sistema, la enseña de restauración catalana Pita Inn ha conseguido convertirse en una de las marcas abanderadas de la nueva restauración rápida. Sus cinco establecimientos, cuatro propios y uno franquiciado, son un fiel reflejo del éxito de estos productos, muy novedosos en nuestro país. "En España no se conoce mucho, es una fórmula más propia de otros países europeos como Turquia o Grecia, pero sin embargo tiene un gran éxito en toda Europa central", detalla José Benhamu, coordinador jefe de Locales de Pita Inn.
Comodidad y originalidad
La mínima preparación que requieren los platos en el local, la originalidad de los mismos y su precio económico (3,30 euros cuesta un bocadillo de pan de pita, pan de trigo de forma redonda, que lleva entre 80 y 100 gramos de carne, ensalada, salsas y los condimientos que el cliente elija) han contribuido a que la enseña inicie este año su expansión mediante franquicias con la intención de crecer en el ámbito nacional.
"Es un producto cómodo de consumir, muy atractivo e indicado para un amplio segmento de público, desde niños hasta adultos de más de 55 años. Además, ofrecemos 14 tipos de ensaladas diferentes y albondigas vegetarianas para aquellos que no comen carne", matiza Benhamu. Las capitales de provincia y las zonas turísticas son las áreas claves para ubicar este tipo de negocio.
De momento, tienen previsto abrir un mínimo de 5 aperturas.
Montar un establecimiento de Pita Inn supone invertir entre 90.151,8 euros y 120.202 euros para un local con unas dimensiones mínimas de 80m2 y hasta de 120m2. Todo el negocio gira alrededor de la barra, ya que es el cliente quien se sirve su propio pan de pita. También cabe la posibilidad de montar corners en centros comerciales.
X. Capdevila. FyN. Abril 2002