Levi Strauss anunció ayer que mantendrá su marca de ropa Dockers, cinco meses después de haber puesto a la venta esta división.
El fabricante de los famosos pantalones vaqueros comunicó que 'tras explorar la posible venta del negocio' la compañía ha decidido que es mejor 'continuar en el fortalecimiento de la marca que venderla'. En su anuncio, la compañía recuerda que Levi decidió vender Dockers solo en el caso de que se diera 'una oferta apropiada', algo que finalmente no se ha producido. Dockers factura al año 1.400 millones de dólares y está presente en 40 países.
El principal ejecutivo de la firma, Phil Marineau, mantiene en el anuncio realizado ayer que el proceso de venta de Dockers 'nos ha servido para identificar otras oportunidades que aportarán más valor a la marca'.
Según ha publicado el diario New York Post, Levi recibió una oferta para comprar Dockers de la firma Vestar Capital Partners, por cerca de 800 millones de dólares.
El motivo de la puesta a la venta de Dockers venía dado por la situación de la compañía textil. Así lo reconoció la empresa cuando anunció que ponía en venta la división, creada en 1986, y explicó que el resultado de la operación se destinaría a reducir deuda.
Levi asegura que ha logrado reducir la deuda de la compañía en 100 millones de dólares en los últimos 9 meses. Según la agencia Bloomberg, en agosto soportaba una deuda de 2.000 millones de dólares. El director financiero de Levi, Jim Fogarty, subraya en el comunicado de ayer que la empresa 'tiene suficiente liquidez' y que en agosto 'renegociamos con nuestros bancos' la deuda para ganar 'flexibilidad'.
La multinacional cerró seis fábricas en Estados Unidos en 2002 y el pasado año se vio obligada a anunciar el cierre definitivo de sus plantas en Norteamérica.
El proceso de deslocalización en el que se ha visto inmersa la compañía también ha afectado a España, donde ha anunciado el cierre de todas sus fábricas, situadas en Girona y Soria.