El consejero delegado de la subsidiaria española, André de Wit, asegura que la multinacional no ha tenido ningún problema con las autoridades autonómicas y municipales a la hora de conseguir permisos.
Ikea está dispuesta a redecorar el mapa de la distribución española. La cadena de muebles y decoración sueca ha puesto en marcha un plan de crecimiento en nuestro país que supondrá pasar de cinco a treinta tiendas en un plazo aproximado de diez a quince años. André de Wit, consejero delegado de la filial, asegura que "el proyecto supondrá una inversión de, al menos, 1.350 millones de euros".
La cadena tiene en marcha ya tres proyectos inmediatos. Se trata de la apertura de una tienda en Barakaldo (Vizcaya), otra en Oviedo (Asturias) y una tercera en Murcia. Actualmente, el grupo cuenta con dos centros en Madrid, dos en Barcelona y otro en Sevilla. Además, gestiona también una tienda en Lisboa (Portugal). Aunque existe otro establecimiento más en Mallorca y dos en Canarias, en Tenerife y Las Palmas, funcionan en régimen de franquicia y dependen directamente de la matriz.
Entre los próximos diez a quince años, la cadena pasará de tener de cinco a treinta tiendas. El proyecto supondrá una inversión de 1.350 millones de euros.
A corto plazo, la cadena prevé abrir tres establecimientos en Barakaldo (Vizcaya), Oviedo (Asturias) y Murcia. En el nuevo plan de crecimiento es prioritaria la apertura de, por lo menos, dos centros más en Madrid y Barcelona.
Paralelamente a la apertura de locales, Ikea prevé inaugurar un nuevo centro de distribución que se sumará al que ya existe en Valls (Tarragona).