Una conversación con Paquí Ibáñez, directora de Expansión de la franquicia de limpieza Clean & Iron, y la moral sube como la espuma. Su franquicia bate récords en ventas; sus servicios, lejos de estancarse, están cada vez más solicitados y todos sus franquiciados -30 en la actualidad- se ganan bien la vida. ¿Dónde está el secreto?
"En las cosas bien hechas. En un trabajo de años que inspira confianza y con el que nuestros clientes están absolutamente satisfechos y se sienten seguros porque... habrá muchos apectos superfluos a los que renuncies por la crisis pero, ¿a ganar tiempo con la limpieza de tu hogar o de tu pequeños negocio? no." Afirma Paqui Ibáñez y así debe ser porque Clean & Iron está en la cresta de la ola.
Poco a poco, sin grandes estridencias pero con una labor constante que en su país de origen, Andorra, les lleva a hacer mensualmente algún tipo de actividad publicitaria, Clean & Iron ha visto como no sólo no han retrocedido en estos tiempos mal encarados sino que sus clientes suben cada mes. "Sólo en Andorra con una población de 70.000 habitantes existen 162 empresas de limpieza... Y, a nuestros centros propios en el país lleguen mensualmente clientes solicitando nuestros servicios, ¡que no nos conocían con anterioridad!". Esto tiene una lectura: nunca se puede dar un área de acción por explotada ni un target de público por agotado. Cambian los perfiles de los consumidores, la cantidad de tiempo necesario, pero el servicio en sí sigue siendo una necesidad. "Nos hemos adaptado y hemos abierto nuevos mercados que antes no habíamos tocado. Si funcionarios y empleados de banca fueron, durante años, nuestro target principal, ahora nos adaptamos a otro tipo de profesional para dirigimos con nuestro servicios", matiza Paqui Ibáñez. Los profesionales de las nuevas tecnologías son quienes, sin hacer ruido, acuden a los centros Clean & Iron a buscar apoyo en las tareas básicas de limpieza y mantenimiento.
"Nuestros franquiciados son un buen ejemplo de esta situación que vivimos desde la central. Muchos de ellos han convertido su centro de Clean & Iron en un negocio familiar donde han acabado entrando en nómina: parejas, hermanos e incluso hijos. Y es por el desarrollo que han ido viviendo", descubre Paquí Ibáñez. Y así es como han conseguido consolidarse en grandes capitales como Madrid, Barcelona o Valencia donde tienen un objetivo: duplicar su presencia. "El mercado en estas ciudades es muy bueno. A veces no importa tanto el tamaño de la ciudad sino su radio de acción que también es fundamental" sopesa Paqui Ibáñez. Centrarse en las grandes capitales españolas es un reto aunque tienen una sorpresa más para los emprendedores que estén buscando un negocio franquiciado: "Buscamos instalarnos en Tarragona. No tenemos presencia y no lo entendemos puesto que es una plaza con muchas posibilidades", matiza. Mientras estudian las solicitudes tienen muy claro que nada de lo que suceda en el mercado les coge de nuevas: "Sobre todo si sabes hacer las cosas fáciles al cliente. Ponérselo muy fácil". Y de esto, la franquicia Clean & Iron sabe mucho y en profundidad.
No son novatos en esto de franquiciar.