Un negocio puede llegar a lo más alto a través de una imagen que esté cuidada y que resulte funcional, haciendo atractiva a la marca. El mejor ejemplo para ello es la franquicia Adlant, ya que la compañía hace un gran trabajo en lo que a imagen de marca se refiere.
En la compañía Adlant no dejan nada al azar, todo su material impreso cumple con un estándar según el manual de imagen corporativo, así como la rotulación de furgonetas y la ropa de trabajo de los asociados. Todo esto permite que exista una rapidísima asociación de imagen a la marca. Con ello se busca que los clientes visualicen la imagen y la relacionen de manera automática con la franquicia.
Además la imagen de Adlant se ve reforzada muy positivamente por el trabajo que lleva a cabo en reciclaje y cuidado del medio ambiente, aspecto que refleja el logo de la empresa. Sin duda, esta característica influye en la forma en que los clientes perciben a la empresa.